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Cuántas veces las personas e inclusive nosotros mismos/as, no nos permitimos vivir ese proceso de desunión por el cual estamos pasando?, nos decimos mil veces que, no nos debe de doler, tenemos una negación al dolor que resulta perjudicial para nuestra alma, la cual necesita un desahogo de emociones total y justificable, y sin embargo,no nos lo permitimos.

Las culpas también hacen acto de presencia arruinando más el proceso, dificultando la evolución:

- ¡Yo tuve la culpa, sino hubiera hecho eso o aquello¡

-¿porqué no estuve ahí antes de que esto ocurriera?

-Soy una mala persona por no haber hecho "tal" cosa¡

-¡ si yo hubiera...¡ ETC

El "hubiera" no existe,existe el hoy, el presente, y si bien es cierto que en algunas situaciones la culpa no recae en uno -ya sean enfermedades o accidentes-,si somos responsables en algunos otros casos, pero de nada vale culparse, sino responsabilizarse de nuestra parte de la culpa y seguir adelante.

Otro factor que imposibilita la recuperación, es la resistencia a la pérdida,en esta etapa, la resignación es un tema intocable para nuestro entendimiento y corazón, y muchas de las veces se trata de negociar la situación.

-¿porqué me pasó esto A MI?

-Es que el/ella no se pudo haber muerto, estaba muy jóven, había proyectos¡/el/ella no me puede dejar, nadie le amará como yo lo hago/hice.

-No lo acepto. ¡Se vá a acordar de mi¡

Cuando se intenta negociar:

- ¡Te juro que no sucederá jamás, pero no me dejes¡

-¡Si te quedas te prometo todo cambiará¡

-¡si te vas me mato. No me vuelves a ver/no volverás a ver a tus hijos¡.

De nada sirve detener el proceso, cuando la decisión está tomada, la persona no regresará a la vida, o la persona que decidió alejarse no volverá por un chantaje o frase emotiva.

Lo más grande que tenemos es la dignidad y sobre todo, nuestro amor por nosotros mismos y respeto.

Vive tu duelo, lloralo, date tu tiempo de luto, pero no permanezcas con el alma triste y enclaustrada por mucho tiempo, no solo porque no es sano, sino porque te pierdes de tantas cosas bellas y llenas de luz en la vida.

Si así lo quieres, puedes escribir una carta, exponiendo todos tus sentimientos.- No te guardes nada-, y quemala después de leerla, eso es lo que se les recomienda a las personas que pasan por un proceso de separación, como forma de apaciguar al alma y liberar la congoja interna.

Perdona a quien tengas que perdonar, aún si esta persona falleció -el sentimiento te lo guardarás solo tu y tu cuerpo tarde o temprano enfermará-, trata de ponerte en el lugar de la otra persona y sé compasiva con ella, solo así podras comprender mejor las cosas y liberarte.

Evalúa tu vida, no todo es gris, y tienes tantas personas que te valoran y aman, que sería un desperdicio no valorarlas y aislarte de ellas.

Medita, ora, recurre a toda actividad que traiga paz a tu alma y te ayude a sobrellevar las cosas de una mejor manera.

Reintégrate a la vida. Sé feliz. Acepta lo que la vida te dá, porque nunca te quita, lo que tu sientes que te arrebata, es solo una ilusión, las cosas siempre vendrán mejores si tu estás dispuesto a que eso pase y la vida fluya sin temor.

Nunca pienses..."cuando tenga esto seré feliz", "cuando tenga tal edad ahora si podré hacer lo que desee", no bases tu vida en los cuandos, sino en los ahora mismo¡

Permitete disfrutar de tus dias como sea que se te presenten, disfruta de las pequeñas cosas y la vida te las mostrará tan grandes que no cabras de agradecimiento y felicidad. Te lo aseguro¡.

Sé que lo harás y te sentirás orgullosa de ver cuanto puedes hacer con esta caida...LEVANTATE...QUE EXISTA MOMENTO  QUE TE TIRE, PERO QUE NUNCA DICHA SITUACIÓN O PERSONA SEA CAPAZ DE DEJARTE EN EL SUELO".