En México cada año 400,000 madres sufren depresión postparto, aunque por la desinformación en la sociedad y en el sector salud público y privado, muchas no son diagnosticadas ni tratadas.
La DPP es una enfermedad mental que puede variar en niveles desde un “Baby Blues” o tristeza postparto en español, hasta una depresión postparto o una psicosis postparto. Es muy importante tratar éstas dos últimas con un especialista en el tema, ya que hablamos de un trastorno serio y destructivo que afecta a toda la familia.
Además de la terapia sicológica y en su caso la toma de algunos medicamentos para tratar la depresión postparto, existen varias acciones que una madre con depresión puede llevar a cabo por sí misma para sentirse mejor:
- Infórmate sobre la DPP; es indispensable conocer la enfermedad para poder enfrentarla mejor y vencerla. (Libro: “Maternidad Tabú, una historia real sobre depresión postparto” publicado por ediciones Urano o visita: www.maternidadtabu.mx).
- Habla abiertamente sobre tus experiencias positivas y negativas sobre la maternidad con personas de tu confianza y pareja. Esto crea una zona de confort y empatía.
- Duerme y descansa. Dormir restablece física y psicológicamente.
- Aliméntate sanamente: se sabe que una dieta alta en carbohidratos y ácidos Omega-3, en salmón y nueces, aumentan el nivel de serotonina en el cerebro, el neurotransmisor encargado de hacernos sentir bien. Toma mucha agua y evita azúcares, cafeína, alcohol y sal.
- Práctica cualquier deporte por media hora tres veces por semana, libera endorfinas. Si no eres amante del deporte sal a caminar.
- El yoga o la meditación son positivos para relajar cuerpo y mente.
- Terapia de luz: la luz solar ayuda a levantar los ánimos. Sal a caminar con tu bebé.
- Escucha música alegre y de tu gusto.
- La acupuntura puede ayudar a relajar el cuerpo y a dormir mejor.
- Masajes: promueven la circulación de la sangre y la relajación de los músculos.
- Di adiós al perfeccionismo y sé flexible: “Personas antes que objetos”, lo más importante son tus seres queridos, la limpieza de la casa puede esperar.
- Aléjate de la rutina por lo menos una hora al día y haz algo que a TI TE GUSTE.
- Escribe un diario, alivia emociones.
- Se dice fácil, pero hay que hacerlo: ¡piensa positivamente!
- Muy importante: Saber pedir ayuda antes de que la situación te sobrepase.
Es muy difícil ser una “buena madre” con DPP, busca ayuda profesional para recuperarte a ti misma y que tus hijos tengan una mamá emocionalmente estable. Las consecuencias de una DPP no tratada son devastadoras a corto, mediano y largo plazo para la madre afectada y toda su familia.
¡Juntos creamos un México emocionalmente más sano!
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