Hay artículos que expresan muy bien lo que uno ha pensado, Karelia Vázquez escribe en la revista el País Semanal del 30 de enero acerca de la avalancha informativa que nos inunda en los últimos años. Estamos obligados a realizar varias actividades al mismo tiempo y como las computadoras, cuando abrimos demasiadas aplicaciones, nos volvemos lentos y podemos paralizarnos. Hemos perdido los espacios de reflexión. El correo electrónico, el facebook, twitter, el teléfono móvil nos abruman con noticias y mensajes que solicitan nuestra respuesta inmediata, En una conferencia de la escuela de negocios de Stanford, el 75% de los asistentes estaba usando el IPhones, el 20% la Blackberry y el resto, un Smartphone. Una investigación de la universidad antes mencionada, comprobó que los que escuchan música, hablan por teléfono y atienden su correo electrónico son menos productivos que quienes hacen una sola cosa a la vez. Los que hacen varias cosas a la vez, están muy bien entrenados para cambiar de foco rápidamente, pero en su cerebro la información no se procesa de la misma manera y se producen equivocaciones, la crisis de atención que vivimos borra la concentración y el pensamiento productivo. No es buena idea conducir y hablar por teléfono al mismo tiempo aunque se utilice el “manos libres”. Se pueden hacer varias cosas cuando se utilizan vías distintas como por ejemplo: poner una lavadora (tarea manual) y escuchar las noticias (tarea verbal). El cerebro tiene filtros para la información irrelevante, de modo que nos concentremos en la que es vital. Si recibiéramos de golpe todos los estímulos del ambiente, enloqueceríamos.Hay quienes abogan por recuperar el silencio y favorecer la contemplación. La atención es un recurso cerebral limitado. Tal vez dentro de algunos años nuestros cerebros evolucionen y sean capaces de manejar toda esa información que hay que decirlo; no siempre es necesaria para nuestras vidas. La avalancha informativa nos crea ansiedad.Patricia Rodríguez
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Comentarios
Hay mucha basura y ruido ambiental, MIranda. Mucho bla-bla-bla. Saludos.
Patricia