El shofár se toca durante la plegaria matutina. El sonido de este cuerno, casi siempre de carnero, llama a los judíos a la meditación, al autoanálisis y al arrepentimiento. Es el primero de los días de arrepentimiento e introspección, de balance de los actos y de las acciones realizadas, de plegaria y sensibilidad especiales que terminan con el Yom Kippur (Día del Perdón) el día 7 de Octubre.
También se conoce como el Día del Juicio y como el Día del Recuerdo porque, según la tradición, ese día Dios juzga a los hombres, abriendo tres libros: uno, con los malos (quienes quedan inscritos y sellados para la muerte); otro, con los buenos (quienes quedan inscritos y sellados para la vida), y el tercero, para quienes serán juzgados en el Yom Kippur.
Rosh Hashaná (Comienzo del Año), junto con Yom Kippur (Día del Perdón), forman en la tradición judía una unidad llamada Yamim Noraim (Días Austeros), por ser el momento en que Dios juzga al mundo y decreta lo que sucederá en el transcurso del nuevo año.
Si comparamos los Días Austeros, Rosh Hashaná y Iom Kipur, con otras festividades del calendario hebreo, encontramos que se diferencian desde sus bases. Pésaj, Shavuót y Sucót tienen su origen en acontecimientos históricos, religiosos y nacionales: un pueblo se libera de la esclavitud, recibe la Torá en el Monte Sinaí, se forja en una trabajosa marcha a través del desierto. En contraposición a esto, los Días Austeros ostentan un carácter singular: pertenecen al mundo de la espiritualidad y de la fe, y al mismo tiempo exaltan los valores que son comunes a todo el género humano.
Rosh Hashaná, el comienzo del año judío, no alude a ningún suceso histórico, sino al momento en que fue creado el mundo. Y aun en el caso de que nuestra versión al respecto no coincida con la tradicional, los valores morales de ésta última no se ven menoscabados, ya que la aparición en escena de Adán, el primer hombre, nos señala que todos somos, por igual, sus descendientes: con los mismos derechos, sin que puedan existir "razas superiores"
Cada pueblo genera sus propios sueños, y en ellos expresa sus particularidades, sus esperanzas. ¿Qué soñó el Pueblo Judío? - Nada menos que instaurar el Reino de Dios en la Tierra, esto es, el Reinado del Derecho, el Imperio de la Paz. ¿Qué nos transmiten las plegarias de Rosh Hashaná, el día inicial del año judío? – Nos muestran a los descendientes de los profetas reunidos para rezar por la felicidad del género humano, por la paz universal. En el día de Rosh Hashaná, que es el Día del Gran Juicio, "Iom Hadín", el judío casi no menciona a sus enemigos, a los seres malvados. Lo que pide es que desaparezca la maldad, que los transgresores se transformen y busquen la justicia. Esta idea aparece con toda claridad en la hermosa plegaria titulada "Aleinu leshabéaj" ("Debemos alabar"). Es así como el Pueblo Elegido entiende su misión universal.
EXAMEN DE CONCIENCIA.
Los Días Austeros marcan un tiempo de examen de conciencia, tanto para el individuo como para la comunidad. Si Pésaj es la fiesta de la liberación nacional, Rosh Hashaná celebra al hombre libre: Aquél que se siente moralmente responsable no sólo por lo que hizo, sino también por lo que dejó de hacer... Y que no necesita de intermediarios para revisar su conducta, para el arrepentimiento y la corrección. De ahí el valor universal y humano de esta festividad.
Les deseo un año lleno de bendiciones, amor, salud, abundancia, alegría, aprendizaje, paz, luz, transformación, libertad y conciencia.
Estoy a sus ordenes.
Tere Ordóñez
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