Una de las preguntas que surgen en estos tiempos de reajustes y cambios, es ¿qué hacer con los planes que se tenían y cómo lograr las metas?
En primer lugar, habría que revalidar las metas que se hayan definido en los planes, y basta por encontrar razones fundadas para cada una de esas metas. Y qué significa tener razones fundadas, significa conocer los por qué, es decir, tener claro lo que se quiere, desea o necesita y que al cumplir la meta se obtendrá. Si no hay razones fundadas para mantenerla, se sustituyen o simplemente se eliminan. Las prioridades y necesidades para muchos han cambiado, por tanto, las metas también pueden hacerlo.
En segundo lugar, la sugerencia es hacerse del hábito de mantener la atención enfocada en el logro de esas metas, en los resultados; en avanzar de manera firme. Invirtiendo tiempo en la ejecución diaria de tareas y actividades encaminadas para ello. Evitar distracciones y la imposición de metas externas que desvían del propio camino es fundamental. Hay que mantener un nivel alto de enfoque y concentración para que el desempeño, así como el logro de las metas sea una realidad.
Mantenerse enfocadas y enfocados permitirá buscar y hacerse de los recursos necesarios para ejecutar las tareas diarias, llámense recursos materiales, financieros, tecnológicos, de información, etcétera. Por ejemplo, cuando se trata de procesar información, el enfoque permitirá filtrar los datos útiles, aterrizarlos al contexto del plan establecido, facilitará la toma de decisiones, hacer ajustes y transmitirla adecuadamente a los demás involucrados (equipo de trabajo, familia, pareja, socios).
En tercer lugar, ante un ambiente de cambio e incertidumbre, es clave el enfoque sistémico para que en el momento indicado se identifiquen emergencias, oportunidades y tendencias. Daniel Goleman, psicólogo especialista en temas de inteligencia emocional y social, dice que una de las peores consecuencias de la ceguera sistémica se produce cuando las personas aplican una estrategia para resolver un problema, pero no se tiene la visión general de las conexiones, procesos y sistemas involucrados, por tanto, se logra un alivio en el corto plazo, pero el problema regresa, a menudo agravado.
Finalmente, y como la interacción con más personas para el logro de las metas siempre se dará, habrá que tener apertura a la retroalimentación, saber que hay posibilidades de riesgo y de cometer errores, pero si se aplica el enfoque sistémico, habrá también posibilidades de enmendarlos.
Hacer realidad los planes y lograr las metas, implica además de enfoque, compromiso, perseverancia, motivación, paciencia y resiliencia. Y cómo se puede mantener una persona enfocada; requiere estar enfocada antes que nada en sí misma, en poner como meta principal su propio bienestar, en restaurar constantemente su energía física y mental.
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