Todos nos sentimos aturdidos por los sucesos cotidianos de violencia e inseguridad que se viven día a día en el mundo y eso nos obliga a cuestionarnos nuestro modo de vida, nuestra escala de valores. Tal vez la causa sea demasiado dura pero la consecuencia: el empezar a ver lo que ocurre a nuestro alrededor, salir del automatismo y contemplar la fragilidad de la vida, tomar un rol da mayor compromiso buscar nuevos caminos eso es lo positivo.
Krishnamurti tiene unas palabras al respecto:
“La vida es seria; uno tiene que dedicarle completamente su MENTE y su CORAZÓN. Hay tanta confusión en el mundo; hay corrupción en la sociedad y divisiones y contradicciones religiosas y políticas. Hay gran injusticia, tristeza y pobreza –no sólo la pobreza exterior sino también la interna–. En este mundo hay tremenda agonía, sufrimiento inmenso, guerras, brutalidad y violencia; hay hambre, de la cual no sabemos nada (La mayoría estamos conscientes del hambre en el mundo) . Uno se da cuenta de que hay tanto que puede hacerse, pero no se hace, con motivo de la vasta fragmentación existente en el mundo (individualismo).
Al ver esta enorme fragmentación, tanto interna como externa, se plantea este único problema: EL SER HUMANO TIENE QUE REALIZAR EN SÍ MISMO UNA REVOLUCIÓN RADICAL Y PROFUNDA. Este es un problema muy serio, es una cuestión que afecta toda la vida de uno; en él están implicados la meditación, la verdad, la belleza y el amor. Estas no son meras palabras. Uno tiene que encontrar una manera de vivir donde todo ello se convierta en realidad.
Cuando observamos nuestra propia vida, vemos cómo se ha tornado mecánica; nuestra educación es mecánica; adquirimos conocimientos, información, que generalmente se vuelven mecánicos. Somos máquinas. Repetimos lo que otros han dicho. Somos el resultado de miles de años de propaganda. Nos hemos vuelto mecánicos, tanto psicológica como intelectualmente.
Uno tiene que dar su vida para descubrir el significado del amor, al igual que uno tiene que dar toda su vida para descubrir lo que es la meditación y lo que es la verdad.
La verdad es algo que ha de encontrarse cuando no hay temor. Por lo tanto, nos incumbe averiguar por nosotros mismos la belleza de la meditación, porque estando entonces la mente libre e incondicionada, percibe lo que es verdadero.
Es importante formular preguntas, porque no sólo uno se descubre, sino también porque preguntando uno encuentra por sí mismo la respuesta. Si uno hace la pregunta correcta, la respuesta correcta está en la misma pregunta. Tenemos que cuestionar todo en la vida, bien se trate de nuestro pelo corto o largo, de nuestro vestido, de la manera como caminamos, como comemos, de lo que pensamos, cómo sentimos todo tiene que ser cuestionado; entonces la mente se torna extraordinariamente sensible, despierta e inteligente. Una mente así puede amar…Y PUEDE CAMBIAR EL MUNDO
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