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Hace unos días estaba en una reunión familiar y me llamó la atención que uno de los niños que asistió, se dirigió a una de mis tías y le dijo de manera exigente –¡Dame mi domingo!- eso me hizo voltear a ver la escena, como noté que nadie se percató de ello, ni la mamá del niño, intervine y le dije al chico, se dice: “Por favor tía, ¿me podrías dar mi domingo? Así es mejor que pidas las cosas, le dije, no tienes porqué exigirle a nadie que te dé algo, y si se lo vas a pedir que sea por favor y no te olvides de dar las gracias”. El niño sólo me miró y se fue. Mi tía volteó a verme y me dio las gracias.

No sé si en estos tiempos los padres nos hemos hecho descuidados o ya no queremos educar a nuestros hijos debidamente, recuerdo que mi madre, siempre insistía en que pidiéramos las cosas “por favor”, que por ningún motivo se nos olvidara dar “las gracias”, por una atención que alguien hubiera tenido con nosotros, otro punto era que siempre saludáramos a las personas al llegar a un lugar o despedirnos al salir; era de suma importancia que entendiéramos que debíamos ser atentos con los demás. Nos estaba enseñando “buenos modales”. Nos estaba educando. A los papás de hoy en día se les ha olvidado.

Ahora lo que nos toca como padres es que nuestros hijos crezcan entendiendo que hay que tener deferencias con los demás y ser agradecidos. No hay nada mejor que ser gentiles, tener don de gente, eso nos diferencia de los animales, nos hace ser humanos. Y parece que se nos ha olvidado.

Creemos que las buenas costumbres eran de nuestros antepasados y que “eso” ya no se usa, ya no es “cool”.

Atendamos esto padres de familia, recordemos que las buenas maneras que nos fueron legadas, nunca estarán de más y si se las enseñamos a nuestros hijos nos lo van a agradecer, pues el día de mañana tendrán un valor como personas, les estaremos mostrando vivir más civilizadamente.