Después de una separación magistral o de haber vivido una versión más del ya clásico ‘no eres tú, soy yo’, pensamos que no existe alimento que nos ayude a sentirnos mejor, sin embargo no es así y podemos echar mano de algunos sabores que nos pueden aminorar ese periodo digamos, triste. Por ejemplo, unos ingredientes del chocolate estimulan la liberación de endorfinas, situación que puede hacer que nos sintamos con un mejor ánimo y con una sensación de bienestar.
Para cruzar esta etapa vale la pena echar mano de los alimentos en los que podemos encontrar goce, deleite e incluso, una fuerte sacudida a nuestros sentidos, por lo que te recomendamos tengas en cuenta estos tres sencillos puntos para quitarte ese mal sabor de boca que genera el desamor:
1. Para decir adiós al drama.
Juan Arnau, autor de La medicina india, Editorial Kairós, explica que cada sabor genera una sensación distinta en nuestro cuerpo, por lo que, por ejemplo lo dulce proporciona sensación de placer a nuestro organismo, conforta los órganos de los sentidos y por el contrario, con lo salado salivamos más y podemos tener una sensación de ardor en las mejillas y garganta.
Pues bien, si las sensaciones son distintas, los efectos también, Juan Arnau explica que si comemos alimentos dulces, además de que nos ayudan a tener mayor energía corporal, también incrementan nuestra actividad sensorial, por lo que no andaremos perdidos si decidimos comer algunas frutas o descaradamente, disfrutamos de una razonable ración de nuestra golosina favorita.
2. ¿Perdiste el apetito?
No a todos nos pasa, pero hay quien, tras un truene, pierde el deseo de comer, por lo que para este tipo de casos, lo mejor es acudir al poder del picante. Juan Arnau comenta que los alimentos picosos son un excelente remedio para abrir el apetito, además de que pueden mejorar notablemente el sabor de los alimentos y reanimarnos.
Es cierto, algunos podemos acercarnos a los alimentos picosos con cautela debido a que tenemos en nuestro historial algunas divertidas anécdotas con alguna salsa que nos sacó hasta las lágrimas o bien, nos dejó la boca como carbón encendido, pero si andamos en el plan de vivir el desamor hasta sus últimas consecuencias y hemos dicho adiós al hambre, vale la pena buscar platillos que nos ayuden a reavivar el deseo por comer y por qué no, hasta nos hagan pasar un divertido momento.
3. Corramos por alimentos agrios.
Cuando comemos algo de este tipo, nos estremecemos, salivamos, e incluso cerramos los párpados con un gesto bastante chistoso, pues bien, frutas como el limón, la naranja, la mandarina o la toronja, además de fortalecer las vías respiratorias, pueden brindarnos también la sensación de bienestar.
Juan Arnau explica que lo agrio es bueno para el corazón, además de que es eficaz en el tratamiento de ardores y quemaduras, ninguno de estos tres beneficios en un sentido metafórico, aunque sería maravilloso.
Decir adiós a una relación amorosa no debe de ser siempre un drama que nos lleve a largos y amargos momentos sin remedio alguno, ya que siempre habrá aprendizaje, así como cosas bellas de las que podemos echar mano para cruzar esa etapa de una mejor forma. El célebre pintor Vincent Van Gogh dijo: “Es necesario haber amado, después perder el amor y luego, volver a amar todavía más”.
Para leer:
La cocina de la felicidad, Adriana Ortemberg, Editorial Urano.
Colaboración Fundación Teletón México
#EscuelasLibresDe Bullying
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