Vivir el momento presente, ponerte en contacto con tu “ahora” es lo que te conduce a una vida llena de cosas maravillosas.
Si te das cuenta, en realidad no existe nada más, ¿cuándo piensas en ayer?, ¿cuándo piensas en mañana?, todo es en el momento presente, por lo tanto, lo único real es este instante.
Una cosa es segura, el futuro no puedes vivirlo hasta que aparezca realmente.
Todo afuera nos empuja en el mañana, ejemplos: ahorra para tu vejez, piensa en mañana, haz un plan de jubilación, cuando termines la carrera, cuando crezcas podrás… en fin, todo parece que se va a componer mañana.
Evitar el momento presente es casi una enfermedad en nuestra cultura, y continuamente se nos condiciona a sacrificar el presente por el futuro.
Si llevamos esta actitud a sus conclusiones lógicas, nos daremos cuenta de que se trata no sólo de evitar el goce ahora sino de evadirse para siempre de la felicidad, lo cual es algo que sucede en el mañana o sea algo lejano.
La enfermedad de evitar el momento presente adquiere muchas formas. He aquí uno ejemplo típico de este comportamiento:
Vas al bosque de Tlalpan a respirar aire fresco, gozar de la naturaleza. Mientras paseas, deja divagar tu mente y la enfocas en toda las cosas que deberás estar haciendo en casa... Los niños, las compras, la casa, las cuentas que hay que pagar, ¿estará todo bien? Luego, en otros momentos, tu mente se proyecta hacia todas las cosas que tendrá que hacer cuando salga del bosque. Te perdiste el presente, ocupado por sucesos pasados y futuros, y la encantadora y rara ocasión de disfrutar de un momento presente en contacto con la naturaleza se ha perdido para siempre.
¿Te ha pasado algo parecido ?
Seguramente sí, entonces la invitación es: vive este día como si fuera el útlimo de tu vida, que cada acción este tan plena y llena que no te arrepientas de no haber estado presente con el cuerpo, la mente y las emociones, verás que la vida se llena de más frescura y felicidad.
Brilla siempre
Ma.Elena González Leite
Meg
www.meg.mx
Comentarios