No es difícil de saber, la respuesta es clara, ellos hacen de su comida un verdadero ritual. En las regiones Italianas, se acostumbra disfrutar de las comidas caseras preparadas por la familia, y así, rodeados de amigos, se deleitan con los alimentos frescos y enteros que son parte del placer de estar vivo. Y estos placeres ayudan a mantenerse delgados y saludables.
¡Qué simple!
En Italia, la comida tiene otro sentido no solo alimentar, se tiene la intención de saborearla. Se sirve en mesas de madera, con platos de cerámica, en ambientes relajantes y música que permite su deleite. La comida es una fuente de placer, no es para calmar la ansiedad.
En Italia no existen los excesos ni la obesidad como en otros países donde se prefieren las comidas rápidas y procesadas. Los italianos no están familiarizados con la comida en caja o latas, es un concepto extraño para ellos.
No existen las dietas, ¿para qué? Si no hay niveles de obesidad como en otros países. Esto se debe a que los italianos comen porciones razonables de alimentos saludables, así que no hay peso que perder pues no se aumenta.
En Italia es costumbre consumir alimentos locales preparados en casa, y disfrutarlos lentamente, sin prisa, acompañada de un excelente vino, buena compañía y una larga plática.
La vida se vive a escala humana, a un ritmo sano.
Es natural estar durante 3 horas comiendo, contando historias, y riendo hasta que cae la noche. Si hay algo que sorprende es el hecho de que se tiene un alto consumo de alimentos integrales y frescos que se cultivan localmente. Para nosotros, este tipo de experiencias son extrañas. La mayoría no comemos los alimentos que provienen de la tierra, sino aquellos que vienen de cajas o latas.
¿El problema?
Estos alimentos son irreconocibles a nuestros genes y nuestras células. Cuando nuestro cuerpo no reconoce estos alimentos procesados, nos enfermamos y por ende, aumentamos de peso. Pero no tiene por qué ser así. Podemos hacer una elección diferente.
Podemos optar por comer alimentos integrales, sin procesar. Comer de esta manera que no sólo es bueno para el paladar sino que es la respuesta a la mayoría de nuestras enfermedades crónicas y la epidemia de obesidad.
Una vez que cambiamos nuestra forma de comer (y esperamos que nuestro ritmo de vida) para incorporar los alimentos enteros, frescos, y el tiempo y el placer en las comidas, en seguida, muchos de nuestros problemas de salud y la obesidad va a desaparecer. Aunque sé que no todos pueden vivir exactamente como los italianos en el campo, podemos traer un trozo de su forma de comer y vivir en nuestras vidas.
Podemos probar con estos consejos:
• Tratar de escoger sólo los alimentos más frescos, ingredientes locales. En México y otros países en Latinoamérica contamos con mercados de frutas y verduras que podemos seleccionar.
• Buscar mercados de granjeros en el área para encontrar alimentos recién cosechados y listos para consumo
• Cocinar y simplemente disfrutar de los sabores de los mejores ingredientes.
• Pasar tiempo con amigos y familiares durante las comidas. Hacer una agradable comida una o dos veces a la semana y planear en tener una comida lenta, lánguida, sin otros planes para la noche.
Comentarios
QUE RICO, SE ME ANTOJÓ COMER ASI, ME IMAGINE LA MESA DE MADERA Y LOS PLATOS DE CERAMICA, Y A LA FAMILIA Y AMIGOS PLATICANDO, QUE RICO, QUE BUENO SERIA VOLVER A ESOS TIEMPOS, SALUDOS Y GRACIAS POR LOS CONSEJOS
MUCHAS GRACIAS, EXCELENTE
Es verdad! acabo de conocer gente Italiana y ninguno es obeso y eso que les encantan las pastas eh?