Durante el mes niño, quiero compartirles artículos que les den más herramientas para ir de la mano de sus hijos cada vez más armoniosamente.
Todo esto está fundamentado en el libro Cómo hacer florecer lo mejor de cada niñ@: guía para papás y maestros.
Libro que escribimos 9 mujeres que sabemos que para cambiar nuestro futuro, tenemos que desarrollar las cualidades de los niños desde su totalidad.
Niños, como seres humanos competentes, asertivos, exitosos, honestos y emocionalemente estables. Y para ello necesitamos ser ejemplo, nuestras acciones deben ser el reflejo de nuestro pensar y decir.
En el capitulo: Binestar escrito por Marie Amarena y Jimena Vega, nos explican que estar en armonía sólo requiere de constante práctica, hasta que se haga una sana costumbre.
La práctica se hace a través de elegir conscientemente las actividades, la música que nos lleve a un estado de ánimo alegre, leer lo que nos de gozo, elegir la compañía que más nos nutra y los entornos que nos lleve a sacar lo mejor de nosotros mismos.
- La música.
El tipo de música que elegimos escuchar provoca un estado emocional en nosotros, aunque la escuchemos de manera pasiva. …. Es tan sencillo como elegir una música placentera, alegre o tranquila para acompañarnos en los trayectos a casa o a la escuela; aprovechar un momento del día para poner música y bailar con los niños
- El arte.
Las artes pueden reforzar la autoestima y valor propio tanto de un niño como de un adulto. Crean confianza, gozo, juego, alegría, armonía, equilibrio, movimiento con la vida. El arte es un excelente camino, sencillo y muy práctico… Cualquier actividad que deje salir ese ser único que somos, que nos permita expresarnos con libertad y confianza, sintiéndonos orgullosos y divertidos.
- El movimiento.
Nuestro cuerpo es nuestro instrumento. Con él generamos sonidos, formas, expresiones, sentimientos y emociones: felicidad, enojo, tristeza y alegría entre otros. Nuestro cuerpo habla, y al bailar nuestro cuerpo canta, se libera, la mente se relaja y el espíritu se divierte. Bailar es una forma de armonizar con uno mismo y con lo que nos rodea.
El baile también puede curar, sanar o llenar. Cuando pesa la vida, aprender a bailar aligera la vida también. Cuando cuesta trabajo soltar el control, un baile puede enseñarnos a soltar el cuerpo sin importar el resultado. Cuando cuesta trabajo concentrarse, bailar con determinado enfoque mejora la capacidad de atención. Podemos transformarnos, siempre y cuando bailar sea diversión y juego.
Espero que estos tips les vayan llevando de la mano para hacer que la relación con sus hijos sea cada vez más amorosa y fácil.
Brilla siempre
Meg
Comentarios
Bienvenidos los artículos que nos den herramientas para contribuir al sano desarrollo emocional y físico de los niños de este país. Felicidades por éste Primer Encuentro Educativo, que sea todo un éxito y el principio de tantas cosas maravillosas, para ustedes como ponentes, así como para todos aquellos que asistamos. Gracias por pensar en la niñez y ocuparse por hacer la diferencia.
Hola Meg, muchas gracias por tus aportaciones.