Hipócrates, el padre de la medicina, desde el año 460 a.C., observó que algunas mujeres al dar a luz “cambiaban” drásticamente de personalidad. Hoy en día los investigadores afirman que 1 de cada 5 madres en el mundo sufren de Depresión Postparto, también en México.
La Depresión Postparto no solo afecta a la madre: cuando no es tratada ni diagnosticada las consecuencias las sufren también a los que ella mas quiere como es su pareja, su familia y en especial a su bebé recién nacido.
Tomando en cuenta que las madres son el contacto del bebé con el mundo, la Depresión Postparto tiene un efecto significativo negativo en el desarrollo emocional y cognitivo del bebé (e hijos mayores) y afecta gravemente a largo plazo la relación emocional madre-hij@. Las madres deprimidas tienen poca energía por lo que se comunican, interactúan y estimulan en menor grado a sus bebés. Muestran menos afecto, paciencia y sensibilidad hacia las necesidades primarias de los pequeños, como por ejemplo darles a tiempo de comer, cambiarles rutinariamente el pañal o atender oportunamente a su llanto. Es común que madres deprimidas fumen al lado de sus hijos, no sean consecuentes o actúen de manera irresponsable hacia su cuidado: los dañan física y psicológicamente, inconscientemente las mamás descargan su enojo interior sobre los niños. Estudios indican que estos niños tendrán baja autoestima, problemas de motricidad, bajo rendimiento escolar, su vocabulario será reducido y mostrarán problemas de actitud y sociabilización.
Resulta difícil predecir el impacto que tendrá el trastorno mental de la madres en el recién nacido, pero es un hecho que los efectos son mucho más serios y destructivos de lo que se piensa.
En casos extremos de depresión la madre puede llegar a abandonar a sus hijos o hasta el infanticidio o mismo suicidio.
La Depresión Postparto está altamente relacionada con problemas maritales y el divorcio, considerando lo que esta separación implica emocionalmente para los hijos.
Es indispensable identificar lo antes posible los síntomas de la Depresión Postparto y buscar la ayuda de un especialista en la materia. Mientras más pronto la madre se recupere, mejor será el pronóstico para toda la familia y menor el impacto sobre los hijos. Es muy difícil ser una “buena” madre, con Depresión Postparto. ¡Atiéndela, una madre sana tiene una familia feliz!
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