¿Qué idea tienes de la felicidad? ¿En qué aspectos de tu vida invertirías más para alcanzarla?
Hay encuestas aplicadas al grupo denominado los milenials que revelan que más del 80% de ellos relacionan la felicidad con el dinero y dentro de los mismos encuestados, un 50% opina que también la fama es un elemento que aporta a la felicidad, por lo que constituyen metas de vida.
La edad se va encargando de que hacer algunas modificaciones a nuestro “cuadro de prioridades”. Definitivamente, el dinero nunca pasa de moda, pero, toda vez que se tiene una vida estable en ese sentido, otros asuntos empiezan a asomarse como prioritarios, para alcanzar o conservar la felicidad que, en promedio, sentimos.
Harvard es una de las universidades expertas en estos temas porque realizó un estudio, desde 1938 hasta 2012, para determinar lo que hacía felices a 724 hombres. Una parte de este grupo de estudio era alumnado de Harvard y la otra parte, estaba formada por chicos de barrios pobres, que vivían en una situación precaria.
Desde 1972, este estudio fue dirigido por el psiquiatra Robert Waldinger, quien en 2015 y con 60 hombres aún con vida, reportan resultados sorprendentes:
La felicidad está estrechamente vinculada con la salud y con el establecimiento de relaciones interpersonales estrechas; conexiones humanas significativas. Quienes tienen más contacto con otras personas, sean familiares, amigos, compañeros de trabajo, comunidad…viven más años y más saludables.
La soledad mata. La salud se resquebraja y las funciones cerebrales se merman. No se trata de estar físicamente acompañado, sino de la calidad de la relación que se establecen. Bien dicen que hay soledad en compañía.
En virtud del nivel de satisfacción que el adulto de mediana edad tenga, se podrá predecir su estado de salud en su vejez. Las experiencias gratas alimentan al cerebro y los recuerdos son más claros y perdurables.
No se trata de estar en armonía permanente con el otro, sino en saber que se puede contar con el ser amado cuando más se necesita de su apoyo y solidaridad. Se vale discutir, pero no dejarse de amar. El rencor no cabe en esta fórmula.
El dinero nos cae excelentemente bien y nos permite realizar muchos de nuestros sueños. La fama nos alimenta el ego, pero el amor a los demás nos llena el alma, se desborda en nuestro cuerpo y nos baña de salud y felicidad.
Comentarios
Gracias Antonio. Por eso no debemos perder el contacto y la calidez que tanta falta nos hace. Un saludo
Muy buen articula, muchas gracias, el articulo citado sobre los que siguieron por muchos anos es muy iluminante. A mi me dan pena los milenials y toda la gente que esta adicta a los celulares. Hemos sido una vez mas enganados por los mercaderes y nos han convencido que la forma de relacionarnos es a traves de sus redes. Pero la gente esta cada vez mas sola por mas apps y redes sociales a las que se suscriban.