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Hola amigas:

No sé si a ustedes les ha pasado alguna vez el encontrarse fantaseando en cómo resultaría la vida si las cosas fuesen diferentes, pero a mi sí. En algunas ocasiones, mi mente ha divagado en las cosas que haría, lo que compraría, cómo viviría si tuviera la casa de mis sueños, el negocio que deseo, si tuviera... si tuviera...

No están ustedes para saberlo pero ayer me sentía triste, hay tantas malas noticias con las cuales sentirse de esa manera. Odio el comercial del noticiero de Javier Alatorre, ese donde al parecer sacaron a los jinetes del apocalipsis para atacar su estudio de televisión, como si tragedias, inundaciones, sismos, fuese lo único de lo que hay que hablar. ¿Qué acaso los comunicadores no se dan cuenta de que las personas necesitamos ESPERANZA? ¿No entienden el impacto en el ánimo del manejo de la noticia? porque obviamente, todo eso es noticia, pero, a mi me hacen preguntar si es lo único que existe a mi alrededor.

El punto de todo esto es que cuando me siento triste, intento no dejarme abatir, y suelo buscar en ese mundo tremendo de la web algo distinto, algo que me haga sonreir y olvidar un poco la desgracia cotidiana. Navegué unos minutos en el famosísimo sitio de youtube y de pronto encontré algo que al principio no me parecía tener sentido, pero después entendí en toda su dimensión.

En mi monitor se desplegó un rostro que nunca había visto, un chico de ojos claros, mirada pícara y con la sonrisa mas hermosa que he visto en la cara de un hombre. Su nombre era Nick Vujicic. Cuando la toma se abrió quedé impactada, el joven del que les hablo, no tiene brazos ni piernas, debido a un defecto congénito, y sin embargo, estaba caminando sobre una mesa desde la que dictaba una conferencia a un grupo de jovencitos. Su actitud era lo mas extraño, sonreía, se movía de un lado a otro, y hacía reir a los chicos, hasta el punto de darles una lección que pienso yo, les caló hondo... aquí les dejo el video para que lo vean.

Pocas veces me he sentido tan impactada con las palabras de alguien y miren que a mí eso de los motivadores no se me da...Talvez ver a este hombre, con todo en contra, tener el poder de esbozar una sonrisa y sacarle partido a su realidad, es lo que me mueve el interior. Los seres humanos somos extraños, a veces ególatras, controladores, otras ambiciosos, es muy raro encontrar a alguien que esté verdaderamente contento con sigo mismo. En nuestra vida, no nos damos cuenta que todo, por malo que parezca, tiene una buena razón de ser, incluso todo aquello que parece llevarnos al límite de lo que podemos soportar. Culpamos a Dios cuando ese milagro que  EXIGIMOS no se lleva a cabo, sin enterarnos que es lo que debe de suceder para que su plan perfecto siga caminando.

Minutos después, me miré a mi alrededor y agradecí el techo alquilado que tengo sobre mi cabeza, los muebles que mis hijos pequeños han dañado con sus brincos y sus expresiones creativas de pintores improvisados. Le agradecí a la vida o a quien ustedes quieran pensar el tener que levantarme de pronto a las 3 de la mañana a buscar el monstruo amenazante que tiene por costumbre dormir bajo la cama de mi hijito y que sólo se va cuando yo soy quien tira el zapatazo. Miré mi escritorio lleno de papeles de trabajo y me sentí afortunada, y luego, cuando me ví al espejo y observé mis manos y mis piernas, perfectamente capaces de seguir andando, se me hizo un nudo en la garganta... porque con todo mi egoismo, nunca me dí cuenta que soy uno de los seres mas consentidos por Dios.