Publicado por Margarita Blanco el 25 de Noviembre de 2009 a las 5:28pm
Me parece muy interesante observar cómo una buena parte de las películas que he estado viendo en estos días de la Muestra, tienen como eje importante dentro de su trama, a niños como personajes centrales.Este es el caso también de “En tu ausencia”. Película independiente que se exhibe por primera vez en España, opera prima del joven director Iván Noel. Pude platicar el otro día con él y con Francisco Alfonsín, actor de la película y supe que Iván Noel es una persona multi cultural y me di cuenta también de que es multi talentoso. El ha escrito el guión, dirige y produce, y también es el creador e intérprete de la música en la misma.La película está rodada en Andalucía y los actores en su mayoría son personas de la localidad, lo cual tiene como ventaja este elemento de frescura pero por otro lado el acento andaluz es a veces tan cerrado que cuesta trabajo entenderles. La fotografía es extraordinariamente hermosa, con delicados y maravillosos encuadres, registrando los cambios de las estaciones en el paisaje de un modo sutil, poético.Sin duda, uno de sus mayores puntos fuertes es la música. Esta, junto con la fotografía, hacen ya por sí que valga la pena esta cinta. Sería precioso hacer el soundtrack del film.Sin embargo, la historia también es interesante. Y gira sobre un chico de 13 años, despertando a la adolescencia y tratando de entenderse dentro de su realidad. Y vemos allí nuevamente cómo los adultos son a veces tan insensibles hacia esta alma infantil, que actúan con abuso y dureza, creándoles confusión y emociones revueltas que llevarán inexorablemente a una adolescencia y a una adultez triste, difícil y confundida.Una de las escenas que más me impactó es aquella en que el perro del niño mata a varias gallinas del corral. El padre, furioso, saca al niño de su cama violentamente y le dice que tiene deshacerse del perro y para ello, le da una piedra y una cuerda y le dice que vaya a ahogarlo al lago cercano. Y lo amenaza con que no vuelva a casa hasta que lo haya hecho.El niño trata de hacer que el perro se vaya, pero éste, fiel a su amo, no lo hace. El niño finalmente tiene que cumplir el terrible mandato del padre, con inmenso sufrimiento…Más adelante, conoce a un supuesto amigo del padre que ha muerto, quien poco a poco se gana su confianza para solo descubrir más adelante -de manera brutal- que tanto éste como su madre, lo traicionan y engañan nuevamente… ¿cuántas veces puede resistir un niño ser herido, abusado, traicionado, sin que sea dañado emocionalmente de manera profunda?Todo esto me hace pensar la manera tan inconsciente en que los adultos actúan formando a su vez futuros adultos que serán la mayoría de las veces insensibles con la siguiente generación. Si un adulto ha sido dañado en su infancia, y este no se ha ocupado en sanar estas heridas, será irremisiblemente inconsciente de lo que hace y de lo que genera el el alma infantil del hijo que tiene a su cargo. Puedo parecer repetitiva con éste tema, pero nunca será suficiente el insistir en la urgente necesidad de que cada persona se ocupe en sanar estas heridas de infancia. Recordemos que casi todos, de niños sufrimos algún tipo de abuso, negligencia, indiferencia, insensibilidad, abandono, traición, burla…y eso, indefectiblemente, ha dejado huella en nuestro corazón, en nuestro mundo emocional. Parar esta cadena hacia los pequeños o jóvenes que hoy están a nuestro cargo, sólo será posible hasta que cada uno vayamos limpiando estas heridas.
Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –
Comentarios