Vivimos en una sociedad en la cuál si algo no nos sirve o disgusta, de inmediato lo cambiamos por algo nuevo: el celular, el coche, la televisión o lugar donde vivimos.
Lo triste es que esta realidad también se ha llevado al campo de las relaciones en pareja: busco a alguien, lo pruebo, y sino me gusta, la cambio por otra persona.
Antes de hablar de las relaciones “desechables”, quiero mencionar su diferencia con las llamadas “relaciones tóxicas”, ya que éstas últimas son aquellas que influyen y afectan negativamente a una persona, ante lo cual, la parte afectada debe alejarse de la misma. Las desechables son aquellas que no duran y se rompen fácilmente.
¿Qué hay en el fondo de estas relaciones?
Un miedo intenso al acercamiento afectivo, temor a entregarte a la otra persona. Prefieren brincar de una relación a otra, y se privan de una convivencia duradera y profunda.
Esto se puede dar entre novios, esposos, amigos y amigas: se buscan, se prueban, y al poco tiempo se desechan.
¿Cuáles son las consecuencias de esta realidad que estamos viviendo?
- No hay intimidad. Se quedan solo en un plano físico, siendo que en una relación profunda se presentan cinco dimensiones: física, emocional, mental, social y espiritual.
- No hay compromiso
- No saben perdonar
- No hay negociación
- No hay un verdadero amor.
Afirma Walter Riso: “se vive una época donde la autonomía mal entendida atenta contra el compromiso y la honestidad. Las parejas que perduran son las que construyen su relación día con día”
Una pareja inicia con el enamoramiento, aparece una relación afectiva y surge el compromiso para construir algo juntos.
Actualmente gran cantidad de jóvenes no quieren casarse, viven un rato juntos y después se separan. En un momento pueden decirse te amo, te adoro, pero al poco tiempo te desecho porque ya no me gustas, o más duro aún: ya no te necesito. Lo importante es disfrutar y divertirse.
El amor no es un sentimiento, el amor es un acto de la voluntad: quiero quererte todos los días.
Y en el campo de las amistades vemos a hombres y mujeres que se hacen amigos por conveniencia en el campo laboral o social, y al poco tiempo se alejan.
La tecnología y redes sociales han cambiado el tipo de relaciones, ya que en la mayoría de los casos no hay un contacto físico, emotivo o cercano. Todo es a través de una pantalla.
Te invito a pensar si eres un hombre o una mujer que solo busca tener relaciones rápidas y desechables, sin compromiso ni afectividad.
Vale la pena que cambies tu actitud, que no huyas; mejor analiza que está sucediendo, dialoga, negocia y comprométete.
La verdadera libertad consiste en elegir lo mejor para ti mismo, y al elegir estamos renunciando. Haz a un lado las relaciones desechables, y mejor busca las verdaderas y profundas que te harán una persona mucho más feliz.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
cervantes.lucia@gmail.com
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