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Todas las personas merecen sentirse felices y seguras en sus relaciones. Una relación saludable tiene varias características básicas: respeto, honestidad, confianza, justicia, igualdad, buena comunicación y la relación misma promueve que sus integrantes crezcan afectivamente.

Las relaciones saludables nos ayudan a sentirnos mejor con nosotros mismos y con el lugar que ocupamos en el mundo. Nos hacen sentirnos felices y seguros. Además, promueven el desarrollo de las capacidades y el potencial personal del otro. Una relación saludable vuelve más creativos a ambos integrantes de la pareja.

A veces es difícil saber si una relación es saludable o enfermiza. Las relaciones enfermizas hacen sentir desdichados, inseguros e inestables, a los sujetos, con baja autoestima. Inhiben su creatividad.  Esto implica que se  genera un daño psicológico.

Una relación enfermiza se caracteriza principalmente por la presencia constante de agresión tanto emocional como física en la que el menosprecio es el centro de la misma. Por lo general, hay  violencia física y emocional. De la violencia física se puede destacar: empujones, pellizcos, manazos, forcejeos y apretones que inclusive golpizas.

Dentro de las relaciones enfermizas están las agresiones psicológicas como descalificaciones frente a otras personas, criticas sobre su aspecto y su personalidad y desprecio por las actividades frente a extraños y desconocidos. Asimismo, incluyen burlas, humillaciones, ironías, etc.

Si sabes de alguien en una relación así o tú misma has estado o estás involucrada en una relación así, seguiremos hablando sobre este tema. Todas nos merecemos una relación de pareja que saque NO lo peor sino lo mejor de una misma para tu beneficio y el de quienes te rodean.