El bebé mama de la mama de mamá y en ese acto la hace suya. El huérfano la crea y recrea en su mente; el adoptivo se reencuentra en su mirada; el maltratado la idealiza para no odiarla; el bien tratado la honra y la toma en su corazón para siempre.
Las madres cuidan, cocinan, limpian, lavan, planchan, educan, guían, protegen, disciplinan, escuchan, aconsejan, alientan, acompañan, administran, instruyen… los 365 días del año. Todo por el mismo sueldo: ninguno.
En el inicio de la vida incorporamos a la madre por la boca, y ahí permanece el resto de nuestra existencia. Por eso la voceamos en cualquier lugar, momento y circunstancia: a toda madre, lo juro por mi madre, ¡en la madre!, ch… a tu madre, y un largo etcétera que todos conocemos.
Unos aman a su respectiva madre porque la necesitan. Otros la necesitan porque la aman, simplemente. De acuerdo a Erich Fromm, el primero es un amor inmaduro y el segundo es maduro. ¿Dónde te ubicas?
Unas madres gestan y crían, otras crían sin haber gestado. Unas dejan ver la luz con el parto, otras con su guía y sabiduría, también.
Comentarios
HOLA, esa parte no la entiendo. { Otros la necesitan porque la aman} ¿cuándo se ama, se necesita a la gente? no lo entiendo.