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Aprender a tener un método, significa incorporarlo como un nuevo hábito, que para que funcione debe ser poco a poco, es decir progresivo, paso a paso sin querer abarcar todo lo que los métodos implican, la clave es no sentirlo como una auto imposición, similar a las dietas de los horrendos lunes, sino que cada avance por pequeño que sea requiere ser “honrado” por uno mismo y auto animarse, sabiendo que has comenzado y que estás dispuesto a tener paciencia y a hacerlo con mucho amor.

Mira, me encanta este ejemplo: es como si tuvieras a tu responsabilidad a un pequeño niño de un año de edad, al que le necesitas observar para descifrar qué quiere, cómo se siente, si es que ya  tiene hambre o es sed, si es que ya tiene sueño o está mojado o si acaso no ha podido hacer popo, si algún juguete o ruido le espantó, necesita estar disponible “tu atención”, muy interesado en observarlo y poco a poco irle entendiendo sus expresiones porque no habla y ni siquiera sus gestos son suficientes, además está empezando a caminar, la actitud es de total paciencia y respeto, no puedes regañarlo porque se está tropezando a cada rato o porque pasó y rosó alguna cosa de la casa y lo tiró, cierto? Acaso le gritarías o lo castigarías? Una persona consciente e interesada en su bienestar total, lo comprende y acepta sus tiempos y formas, correcto? Bueno es igual contigo mismo… trátate con ternura, con aceptación, con paciencia y apláudete por cada paso que das hacia tus nuevo hábitos, ya estás mejor que ayer cuando los estás realizando. Es importante no confundir tratarse lo que es tenerse paciencia con permitir que la mente te engañe con resistencias y pretextos, por eso es recomendable escribir en tu celular o pc o en un papel que todo el tiempo puedas tener a la vista, cuales son los hábitos que estás dispuesto a incorporar en tu vida diaria y cuál es la forma en que los vas a ir poniendo en acción.

Para incorporar cualquier nuevo  hábito en este caso saludable, con el objetivo de tener nuevos resultados de mente, emociones y visibles, necesitas administrar tus actividades y en lugar de amontonarlas o saturarte de tantas, necesitas “elegir” cuáles eliminar para que las nuevas ocupen su lugar. No se trata de entrar en estrés y prisas por querer cumplir con todas las anteriores más las nuevas, sino de al contrario tener el espacio suficiente para las prioridades que te van a llevar al logro de nuevos resultados, porque seguramente tus actividades anteriores, no están funcionando del todo hacia tus objetivos, analízalo!!