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CUANDO LA ANGUSTIA SE APODERA DE MÍ

Cuando la angustia se apodera de mí, todo se tiñe de gris, hay turbulencia en la ente tristeza vacío en el corazón, miedo por lo que pasó, angustia por lo que puede pasar. Y así, mi sueños se convierten en pesadillas, la noche acompaña un insomnio que parece eterno, mis días se convierte en noche, la vida en tumba. Dualidad, conflicto, a veces paralizado, paralizada por el miedo, a veces, subir, bajar, entrar, salir, gritar, pero el alma no encuentra paz, imágenes de violencia que me aturden, angustia por lo que puede pasar, miedo por lo que pasó ayer. Miedo a despertar miedo a dormir, angustia porque necesito gritar lo que callo, pero callo aquello que necesito gritar, angustia, un diagnóstico fatal que se acaba el empleo que no alcanza el dinero, que los niños vayan a la escuela y quién sabe qué puede pasar, miedo a salir a la calle, miedo a estar solo en la casa, angustia que crece, dolor que duele, vacío, desolación que crece y no se cómo parar esta tormenta del alma, esta noche que parece eterna. Quisiera gritar, correr, quisiera que alguien me entienda, que alguien pudiera entender lo que pasa en mí, para muchos parezco exagerado, exagerada, pero es que nadie puede ver lo que hay en mi alma, angustia que se apodera de mí. Parálisis del alma, tristeza que parece eterna, miedo, miedo que me acompaña. Cómo detener todo esto, mira, acepta lo que pasa en tu mente y en tu corazón, ganas de correr, de estrangular a alguien, acéptalo, cuando tú haces consciente algo que pasa en ti, le quitas el poder y los vientos huracanados de tu entorno se tornan en vientos tranquilos, en una mar serena, si lo que tienes ganas es de golpear, de estrangular a alguien y te sientes culpable por lo que sientes. Una vez que has aceptado esas emociones contradictorias, separa personas de actitudes, esto es, desear el bien para el que parece tu agresor y reconocer el derecho que tienes de odiar la actitud, de quererla desbaratar incluso cuando sientes la angustia porque tus hijos salen solos, porque tienen que ir a la escuela, porque prevalece la violencia, porque donde quiera escuchas malas noticias, malos augurios; antes de que la vida te ponga de rodillas, haz una derrota voluntaria, acepta que estás muriéndote de miedo, de angustia de desolación y di en silencio: “Señor, yo ya no puedo con esto, (esa es tu derrota), échame la mano, tómame en tus manos”, y ahí, ante esa invocación entrégale tu conflicto, tu problema. Has penetrado a la dimensión de los milagros y da gracias. Cuando venga la angustia, la desolación di: “Señor, Tú estas a cargo y todo está bien”. Y recuerda imaginar, visualizar a tus seres amados en una luz azul que representa la Protección y la Voluntad de Dios. Luz violeta para perdonar y elevarte del nivel de frecuencia del dolor y la angustia y repite en silencio, cuantas veces quieras: •”Dios es paz, serenidad y armonía, Dios está en mí aquí y ahora yo soy, paz serenidad armonía”, y observa lo que pasa en tu mente y en tu corazón. Realiza, además, una actividad física y da gracias en silencio porque Él, siempre escucha, Él, siempre responde.

                                                                                                                                                        RAQUEL LEVINSTEIN