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CREER ES CREAR Creer es crear. Creer lo malo es fácil, porque estamos inmersos en un plano material donde la fuerza caótica y destructiva de la materia prevalece soberana. ¿Sabes? Primero descubre quien eres y atrévete, no solo a creer y descubrir, sino a manifestar lo que puedes ser. Tú eres un puente entre los poderes del cielo y de la tierra; tu mente le da forma a la realidad, lo dice la ciencia. Pero no estás solo, ni sola. ¿Sabes por qué? Porque quien hizo mar y tierra, camina contigo. La fuerza creadora del universo alienta la vida y hace latir tu corazón y ahí está el secreto: A ti te compete lo posible y a Dios lo imposible. Pero la creación comienza desde tus pensamientos, tus imágenes mentales, tus sentimientos; creer es crear. ¡Atrévete a creer lo bueno! Y ya te escucho: “No acabo de comenzar a creer en lo bueno, cuando mil pensamientos afloran en mi mente y me hacen dudar”, “cuando tengo sólo un billete de 20 ó 50 pesos en la mano y quiero creer que me alcanza para cubrir todas mis necesidades”, pero la materia grita: “No, no te hagas tarugo solo, tienes 20 ó 50 pesos que no alcanzan para nada”, y con ello, tú estás bloqueando tu capacidad creativa. Mira aquí va la forma. Partimos de esa realidad: “tengo 20 ó 50 pesos en la mano y necesidades enormes, pero creo, a partir de este momento, que el dinero fluye a raudales y que Dios multiplica, abre las compuertas del cielo y me hace llegar abundancia infinita y ante los mil pensamientos contrarios, no luches contra ellos, simplemente, retomando tu dimensión infinita. Habla con tus propios pensamientos y dile: “Mira, el milagro, lo imposible lo hace Dios, yo sólo tengo que creer lo bueno” y entonces inmediatamente voltea al cielo o a algo que te estremezca, como un capullo que se convierte en flor; el canto, el vuelo de las aves y date cuenta como a pesar de que hemos contaminado el ambiente, de que dondequiera prevalecen malas noticias, violencia, agresividad; la vida sigue su curso y el milagro se hace manifiesto en ti. Creer lo bueno es comenzar a percibirlo y descubrir que ese Ser Supremo, como quiera que tú le entiendas, esa esencia, energía, mente, Fuerza Creadora que alienta tu propio corazón y entonces, te vas a dar cuenta que esos 20 ó 50 pesos, siguen siendo 20 ó 50 pesos, pero de repente te encuentras la oferta, el regalo inesperado, el billetito doblado que no te acordabas dónde estaba, el pago de la comadre y entonces descubres que Dios tiene maravillosas sorpresas para hacerte llegar su bendición. Atrévete a creer en un mundo de amor en donde todos volvemos a ser hermanos, donde descubrimos el privilegio de servir y ver la añadidura como promesa que se cumple, como compuerta del Cielo que se abre, en un caudal infinito de bendiciones para ti. Creer, creer lo bueno es retomar tu dimensión infinita, voltear al cielo, caminar con Dios. Creer es fe, la fe que mueve montañas. La fe, la antorcha encendida que te permite caminar en el túnel oscuro de la inconsciencia a sabiendas que quien ha puesto su fe, su confianza en el Ser Supremo, puede caminar sereno, tranquilo porque Él siempre responde. Si lo crees, lo creas. Cree lo bueno, construye lo mejor.

RAQUEL LEVINSTEIN