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COINCIDIR

Coincidir, entre la inmensidad de los universos, entre la inmensidad de la vida y sus posibilidades, coincidir, tú y yo, en este hoy que es nuestra oportunidad, en esta nuestra historia que forjamos día a día en este momento que es eternidad.

Coincidir, tantos mundos, tantos siglos, tanto espacio, somos pasajeros de la vida, nada es permanente, sin embargo, sí eterno. Tu mirada, un impacto en mi mirada y en mi propia vida; la injusticia, la oportunidad de perdonar; el desamor y el abandono, la oportunidad de descubrir que puedo llenarme de amor yo mismo, yo misma, que el perdón es una varita mágica que me eleva hasta el corazón de Dios y, entonces, descubrir que cada coincidencia es afortunada. Mamá, papá, gracias por el privilegio de la vida; hermano, hermana, aunque ya no estés en este plano material, quiero darte gracias por ser parte de mi familia, de mi historia, de mi siempre, de mi hoy.

A ti que compartes un sueño, un proyecto de vida, gracias, gracias por coincidir; y en estos momentos que parecen difíciles y oscuros, gracias a la vida porque me ofreces el recurso de descubrir mi infinito potencial interior, voltear al cielo y caminar con Dios. Entre tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio, tú y yo, un instante de coincidencia, un momento de eternidad. Reflexiona, la vida es un instante una coincidencia, un hoy que se convierte en eternidad, una historia que puedes transformar en la mejor historia. Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y, coincidir.