“Reconociendo mis fortalezas”
No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
Stevenson, Robert Louis
Quizás te ha llegado un momento en que la vida te ha expuesto a circunstancias donde tu fortaleza se ha visto mermada. Momentos o áreas de tu vida donde te sientes muy vulnerable y casi incompetente en poder resolver ciertos problemas. Es ahí donde sientes que la vida te devora y pierdes control de ti, de tus emociones y aumenta el estrés. La consecuencia de toda ésta percepción genera un sentimiento de INFELICIDAD que conduce a estados nocivos con el entorno y con nosotros mismos.
Pasamos la vida poniendo suma atención en los problemas, dejando de lado lo más importante, los recursos con los que contamos para trascenderlos. El bienestar y la felicidad son rasgos que nos permiten superar con éxito situaciones vitales difíciles. Usar estrategias efectivas es la clave para lograr estados emocionales más saludables y armoniosos en nuestra vida y con nuestro entorno. Reconocer mis fortalezas es la herramienta de vida que me acompañará siempre ha trascender retos que se me presentan como áreas de oportunidad.
Reconocer cuán fuerte soy es lograr ver con conciencia aquello de lo que estoy dotado para vivir en armonía conmigo. Es lograr ver lo que sí tengo en mis manos para llegar más lejos, para decidir impulsarme y hacerle frente a las crisis, a las tempestades. Es romper con una actitud de victimismo, de debilidad, de impotencia, de miedo. Reconocer mis potencialidades es verme completo, es asumir también las áreas y características propias en donde no soy tan fuerte o creo no serlo.
Cuando somos capaces de identificar aquellas fortalezas y reconocer con humildad que no hemos hecho uso de nuestros mejores recursos, lograremos encontrar un estado de bienestar que nos permita conducir nuestra vida como mejor queramos. Reconocer mis potencialidades no es negar aquello que me limita, es potencializar aquello que ayuda a crecer y a ser más fuerte.
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