De las situaciones más duras y difíciles que una pareja puede afrontar es la de la infidelidad, y tristemente cada vez más común.
Hoy quiero platicar contigo las diferentes reacciones que puede tener un hombre o una mujer al descubrir una infidelidad por parte de la persona amada.
PERDIDA DE INOCENCIA:
Cuantas veces pensamos o decimos mi pareja nunca me engañará. Estimamos que la probabilidad de ser víctimas de un suceso desagradable es menor que la de otras personas. Tenemos tendencia a sentirnos invulnerables.
Y en el tema de la pareja, también. Por eso cuando uno se entera del engaño, el golpe es tan duramente inesperado y te das cuenta que ese amor no era tan especial.
Se mira a la pareja y no se le reconoce, miras hacia atrás y no sabes que ha sucedido; todo cambia. Se lástima el ego.
INTERPRETACIONES SIMPLISTAS:
Los humanos necesitamos entenderlo todo. La infidelidad es compleja y encierra muchas emociones. Queremos entender el porque, y esto no es fácil. A veces ni el propio infiel sabe porqué lo ha hecho. Queremos encontrar la lógica en el mundo emocional y ahí no la hay.
Una de las explicaciones simplonas que se da a la infidelidad es la falta de amor. El amor y la fidelidad no siempre van de la mano. Así que debemos valorar y sopesar la importancia que se le da a los dos aspectos por separado.
CULPA.
La mente también nos lleva a buscar un único responsable. A veces se acusa al infiel; otras, a la tercera persona, y otras, a uno mismo.
La infidelidad no duelo sólo por el engaño, oscurece porque levanta una tapa que deja salir muchos complejos y situaciones ocultas. A quienes rápidamente buscan a otra persona o perdonan a quien les ha engañado al instante, sienten prisa por tapar lo sucedido y desaprovechan la ocasión para mirar hacia dentro de uno mismo y aprender de lo sucedido.
LA REVANCHA.
Una reacción ante el engaño es la venganza. Pagar con la misma moneda. No son pocos los engañados que se lanzan a buscar un amante para desquitarse.
En el fondo la estafa se siente no tanto porque la pareja se ha ido con otra persona y nosotros no, sino porque el/ella ha sido feliz, mientras la otra persona cuidaba la relación. La mejor venganza NO es ir a buscar un sustituto, sin ser felices.
PARANOIA Y ESPIONAJE.
Al darse cuenta que la persona que se tiene delante es capaz de mentir, se enfoca la realidad de forma distinta.
Se puede vivir una paranoia; controlar se puede convertir en una obsesión. Aunque la pareja prometa no volver a ser infiel, la vigilancia eterna es una opción que nos convertirá en desgraciados.
La única salida es la confianza…no en la otra persona, sino “en nosotros mismos”. Confiar en que, si en el futuro vuelve a engañar, sabremos afrontarlo.
En lugar de invertir en estrategias de vigilancia, la mejor salida es hacerlo en uno mismo, en las fortalezas de cada uno.
FORTALECIMIENTO.
Cuando el acercamiento es sincero, la relación, lejos de romperse, ser fortalece, siempre y cuando esta nueva proximidad se riegue para que no quede en un mero espejismo.
EL PERDON.
Es el único final feliz de una infidelidad. Perdonar no significa forzosamente reconciliarse. Se puede perdonar y seguir; se puede perdonar y romper.
Disculpar significa hacerse un regalo a uno mismo, el mejor regalo que nos podemos dar.
Quitarse el resentimiento de encima. Resentimiento es volver a sentir, acordarme una y otra vez.
El resentimiento no superado convierte a la infidelidad en un dolor crónico. Perdona significa pasar la página.
No es algo que se pueda hacer instantáneamente. El dolor inicial no lo quita nadie.
Para superar el resentimiento, para pasar la página, se debe subir un escalón, hay que mirar la situación desde más arriba. Comprender la naturaleza humana y asumirla.
¿Y porque no? Pedir ayuda espiritual y profesional para poder perdonar sinceramente a esa persona y poder continuar la vida juntos.
No es fácil superar una infidelidad, pero con el perdón estoy convencida de que puede lograrse. Conozco a parejas que lo han logrado y ahora son felices.
Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com. Facebook: Lucia Legorreta
Comentarios
Es un acto desagradable de soportar, para mi no hay reconciliaciòn,
Muy buena informaciòn, gracias.