Desde que inicié mi andadura en el mundo del desarrollo personal y la transformación a nivel subconsciente, me he ido adentrando en una realidad totalmente desconocida para para la mayoría de personas.
No estoy hablando del subconsciente, que también es un gran desconocido para la mayoría, aunque afortunadamente cada vez menos, sino de esa realidad energética en la que vivimos, y en la que compartimos espacio con otros seres.
Cada vez son más las personas que se cruzan en mi camino, con la capacidad de acceder a esa realidad que la mayoría no vemos. Ayer mismo, en el transcurso de una sesión, una mujer me explicaba sus experiencias desde niña. Sus capacidades le permitían ver, sentir y comunicarse abiertamente con los espíritus, con los ángeles, y en una ocasión muy especial, incluso se le manifestó Dios para indicarle el camino a seguir.
Los humanos percibimos la realidad que nos rodea a través de nuestros cinco sentidos. La visión y el oído son los más utilizados en la comunicación, y los que más estímulos nos generan. Por su parte, el olfato, el tacto y el gusto, nos permiten complementar nuestra percepción desde una perspectiva más kinestésica, haciéndonos sentir.
Cada uno de nuestros cinco sentidos accede a una parte de la realidad, a un rango limitado de frecuencias energéticas. En ocasiones, ese rango de frecuencias puede solaparse, como ocurre entre la vista y el tacto al acercarnos a una mesa, pero no siempre ocurre de ese modo.
El rango de frecuencias que perciben los animales a través de estos mismos sentidos es bastante distinto al nuestro. Los gatos, y en buena medida los perros, pueden ver y oír frecuencias energéticas que la mayoría de personas ni siquiera intuimos. ¿No has visto nunca un gato que se queda mirando al “espacio vacío” como si siguiera con su mirada algo o a alguien? Los que tengáis gatos, seguro que entendéis lo que estoy diciendo. O los perros, que sin haber “nada raro” en ocasiones se ponen a ladrar como locos. Pues bien, están percibiendo una realidad a la que la mayoría de nosotros no tenemos acceso a través de nuestros ojos.
Desde que la iglesia católica decidió acabar con todos aquellos que interactuaban de algún modo con esta realidad energética, que se escapa a los ojos de la mayoría de personas, el mundo de los espíritus se convirtió en un tema tabú, y se convirtió en un tema sobre el que existe un gran desconocimiento en general, y muy especialmente entre los profesionales de la salud física, mental y emocional.
La incomprensión que encuentran todos aquellos que viven experiencias que trascienden la lógica y la racionalidad con la que nos han educado, lleva a mantener en secreto todas esas experiencias. Explicarlo significa directamente que te tachen de loco. De hecho, los centros psiquiátricos están llenos de personas que acceden a esa realidad, que psicólogos y psiquiatras por lo general desconocen.
Cuando los tenemos cerca, los espíritus no trascendidos nos arrastran a niveles vibracionales muy bajos, pudiendo generar síntomas diversos en el plano físico, emocional y mental. Depresiones continuadas, comportamientos obsesivos, enfermedades difíciles de diagnosticar, o que no remiten a pesar de los tratamientos, etc., son algunos de los efectos que pueden generar en nosotros.
Síntomas como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, los pensamientos suicidas, etc., acostumbran a ir de la mano de una interacción directa con esa realidad energética que la mayoría no vemos, pero que está ahí.
De todos los temas que ido descubriendo e integrando en Método INTEGRA para conseguir que todas las personas puedan evolucionar y mejorar su vida, he de reconocer que el tema de los espíritus es posiblemente el más importante y trascendente.
Ignorar a los espíritus, y a todo el resto de energías que nos acompañan, y que no vemos, no hace que desaparezcan. Al contrario, nos deja a su merced.
Lo curioso es que está comúnmente aceptado el que nosotros nos comuniquemos con Dios, o con nuestros seres queridos una vez han fallecido, pero no aceptamos que ellos se puedan comunicar con nosotros, cuando lo están haciendo constantemente.
Ricardo Eiriz
Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Método Integra”, “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”
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