A ti que me conoces sabes que evito constantemente la palabra no, que aconsejo enfatizar las afirmaciones para que formen parte tanto de nuestro vocabulario como de nuestra postura frente al mundo y nuestros tiempos, hoy te sugiero que tengas presente el emplear la expresión “BASTA YA”.
Basta ya de regalar nuestra energía, la magia que llevamos dentro y esa varita que toca personas y momentos.
Todos conocemos a esa gente que intenta tener derecho sobre nuestras vidas, que roba nuestros sueños y que trata de remar nuestro barco.
En diversas ocasiones hemos comentado la importancia que tiene nuestro círculo energético, la observación y actitudes consecuentes para quienes nos rodean, la importancia de privilegiar aquellos que suman y que aportan para alcanzar nuestras metas.
Los seres humanos tenemos la práctica de engañarnos a nosotros mismos, somos capaces de inventar, crear y escribir nuestra vida presente, futura y pasada, generalmente dista de la realidad y su temática es adaptada a visiones sesgadas y a utopías que a lo largo del tiempo hemos construido; nos alejamos de la objetividad y traemos al presente recuerdos fundamentados en consideraciones distintas a las verdades absolutas.
El negar la realidad es un defensa ineficaz de la personalidad y ha sido estudiada en todas las escuelas de psicología, falsedades que “a fuerza de repetirse” se han hecho parte del entramado de la conciencia.
En muchos artículos y conferencias se cita al maestro Osho, una frase sin desperdicio que ahora te comparto: “No puedes reclamar lo que es tuyo si vives convencido de que eres un mendigo y que nada te pertenece”.
En la actualidad, ritmo de vida, el cambio y los valores hace que nos ensimismemos, que seamos proclives a aislarnos, que siendo uno entre miles el anonimato pretenda proteger la invasión de nuestra privacidad.
Por derecho propio, como parte del paquete con el que venimos al mundo, si me permites, nacemos con el derecho a ser respetados, a pensar distinto, a tener nuestra manera de sentir y de creer; a decidir sobre nuestros asuntos y porque así lo pensemos en algún momento, cambiarlo; finalmente es el derecho a decir cuando se nos antoje el ¡YA BASTA! que te comenté al principio.
Al engañarnos postergamos esta decisión, toleramos por la presencia de los saboteadores culpa, miedo y vergüenza.
Todos somos valientes, el temor nos es inculcado por instrucciones y regaños a lo largo de nuestra vida, porque se nos ha intentado impedir la capacidad de revelarnos, de discutir y comentar las ordenes que en cascada han pretendido educarnos.
Darle el espacio que le corresponde a nuestras necesidades y deseos es esencial, entender que esquivar el enfrentar la realidad es un camino distinto al desamor o a la desaprobación.
Tolerar al abusivo está dado por la búsqueda permanente de la aceptación de los demás.
El punto fino de este entramado que todos hemos experimentado es saber poner límites, defendernos y hacer validas nuestras ideas; perder la compañía de aquellos indispuestos a permitirnos ser quienes somos a veces es una ganancia o un descanso.
Exigir respeto comienza por dárnoslo a nosotros mismos, dejar de admitir maltratos, ofensas; valorar virtudes y dejar de hacerlo con la fuerza o el desprecio.
Una conducta como esta convive perfectamente con la actitud respetuosa hacia los demás, de igual suerte que el amor por uno mismo lo hace con el que profesemos lo mismo al prójimo que a nuestro círculo.
Recupérate, toma la fuerza de tu interior y rescata esa varita mágica que es tuya, tus expectativas merecen lograrse y estar lejos de la frustración.
Comentarios
es ser tratadas con amor y respeto.
es ser tratadas con amor y respeto.
SI, TIENES TODO LA RAZON...... SE HA VISTO QUE POR EL MIEDO DE NO QUEDARSE SOLAS LAS MUJERES O NO SALIR DE SU ZONA DE CONFORT, AUN EN ESTOS TIEMPOS.... ADMINTEN TODO..PERMITE¨N BAJEZAS DISCULPANDO TODO..... Y ES MUY DESCONSOLADOR...PORQUE ASI NO HAY AVANCE..... LES DAS EL PODER A LAS PERSONAS QUE MALTRATAN A OTRAS Y NO PODEMOS SEGUIR ASI.....