Imagínate que vas a subir a tu auto y de momento un compañero de trabajo te pide que le hagas el favor de llevarlo a su casa. Y tú, con la mejor intención, le dices: “Por supuesto, súbete”.
Comienzan a conversar de la visita del Papa a México y de repente te indica que te pares en el carril de emergencia. Piensas que se siente mal, así que te estacionas. Pero te quedas perplejo y sin palabras cuando te exige: “Cambia esa estación de radio, estoy mareado con tantas rancheras. Además, vas a paso de tortuga y me van cerrar la tintorería. No te dije, pero voy a recoger mi ropa de camino a la casa. Bájate que quiero manejar.”.
¿Qué harías en una situación como esta? Seguramente, le dirías: “¿Cómo? ¡Estás loco! Este es mi auto y aquí mando yo”. Sin duda, no permitirías que nadie controlara tu auto y mucho menos te dijera lo que tienes que hacer.
Sin embargo, por absurdo que parezca, en otras circunstancias le entregas el control de tu vida a otras personas, dejando que te manejen como una marioneta. ¿Cuántas veces has hecho algo en contra de tu voluntad con tal de complacer a alguien para evitar que se enoje?
Conozco mujeres que se han alejado de sus amistades porque su pareja no simpatizaba con ellos. Otras que no continuaron una carrera porque su marido les dijo: “¿Cómo le vas a dedicar tiempo a tus hijos si te pasas metida en la oficina?”. También sé de hombres que no pueden ni tan siquiera ir a tomarse una cerveza con los amigos porque sus esposas los tienen dominados.
Y tú, ¿te sientes en control de tu vida? Si no lo estás es porque has cedido tu poder a otro. Pero tu puedes tomar el control nuevamente. Todo lo que tienes que hacer es enfrentar el miedo a ser criticado o abandonado. Recuerda que no estás haciendo nada ilegal, injusto o absurdo. Aquel que se enoje o te deje porque haces lo que disfrutas, es un egoísta que sólo vela por su bienestar. Quien te ama se deleitará en complacerte y jamás querrá controlarte.
Además, ¿sabías que las personas que se sienten en control de sus vidas, no sólo son más felices y optimistas... ¡sino hasta más saludables¡? Realmente no hay mejor sensación en el mundo que hacer lo que a uno le gusta y le da placer.
Aquellos que mantienen el timón de sus vidas —como el buen chofer que no suelta el volante— siempre encuentran el camino adecuado y llegan a donde quieren ir.
Comentarios
Desde mi punto de vista no se trata de control, se trata de conciencia. Hay ocasiones que aprender a ceder en conciencia es un acierto, depende del objetivo. Hay que ser congruentes entre nuestras acciones y lo que deseamos lograr, por que toda decisión conlleva consecuencias. Saludos.
Me da remordimiento leer esto, parece q describes algunos de mis actos, con mucha pena y verguenza acepto que he dejado conducir mi vehiculo a otras personas... q horror q equivocada he estado y peor aún , las veces q sentia q estaba mal con permitir q manejaran mi vida llegue hasta sentirme culpable de estar mal, de ser yo la q de alguna manera era soberbia y orgullosa por no hacer lo q las personas q amo me decian. hoy confirmo q no estaba equivocada que mi vida es solo mia y solo yo, soy responsable de mis acciones buenas o malas, ciertas o inciertas pero no debo permitir que nadie decida por lo que quiero hacer en mi vida. Mil gracias por este mensaje de luz, chely filigrana.