Publicado por mariona el 18 de Noviembre de 2009 a las 7:00am
Una hermosa leyenda cuenta que un día el ángel de las flores, el ángel que se encarga de cuidar las flores, estaba durmiendo acostado sobre un rosal. Despertó bastante respuesto de su sueño y le dijo a la rosa: Oh, querida objeto de mis cuidados eres la más hermosa donde todo es hermoso por la dulce sombra que me has dado pide lo que quieras pues te será otorgado.La rosa pidió que se le concediera otra gracia. El ángel pensó en silencio, que gracia quedaba entre sus regalos y adornos que la rosa no tuviera. Entonces puso un velo de musgo sobre la reina de las flores y resultó una rosa musgosa, la más hermosa de todas las flores.Cualquier persona que pidiendo un nuevo encanto, o alguna nueva gracia en su caracter, debe pedir más gentileza. Esta es la corona de la benignidad, la más sana de todas las cualidades. Cada hombre tiene un corazón hambriento de ternura. Hemos sido hechos para amar y no sólo para amar, sino para ser amados. La aspereza nos duele. La falta de amabilidad quema nuestros espíritus de la misma forma que la helada quema las flores. Impide el crecimiento de todo lo hermosos. La amabilidad es como un verano cordial en nuestra vida. Bajo su calor crece en nosostros la influencia nutritiva de las cosas hermosas.Hay mucha gente que necesita ser tratada con ternura. Nosotros no sabemos cuantas cargas pesadas están llevando aquellos que nos rodean. No sabemos las penas secretas que queman los corazones de aquellos que nos encontramos. No todas las personas usan el vestido de lamento, las caras sonrientes son a veces el velo de un corazón dolorido. Mucha gente jamás pide que se le tenga comprensión. Ciertamente la necesitan, aunque no la pidan, mientras se inclinan a su pesada carga.No hay debilidad en tal actitud . Recordemos cuando el hombre anhela recibir expresiones de amor cuando pasa por sus experiencias más dolorosas de sufrimiento y cuanta amargura sufrió cuando sus amigos le fallaron.Jamás será errónea la amabilidad. No existe el día que la amabilidad esté fuera de lugar. No existe el lugar donde la amabilidad no sea bienvenida. A nadie le causa daño y puede salvar a muchos de la desesperación.
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