Publicado por María Marín el 2 de Septiembre de 2010 a las 10:43am
La otra noche fui a la farmacia de la esquina y al salir me dio curiosidad por rentar una película, de esas que alquilas a través de una máquina, como si estuvieras comprando una soda o una bolsa de papitas. Para mi suerte de primeriza, ninguno de los estrenos que quería ver estaba disponible. Pero como me gusta Andy García, decidí llevarme City Island.Confieso que la película no pasó a ser una de mis favoritas pero le doy mérito por su final, donde los miembros de una familia disfuncional se liberan y confiesan cada uno de sus secretos. Ambos padres fumaban a escondidas, la hija bailaba en un club nocturno para pagar sus futuros estudios universitarios, el hijo adolescente tenía una obsesión y el esposo tomaba clases de actuación a escondidas, lo que hacía pensar a su esposa que éste vivía un romance, por mencionar algunos de sus problemas; !mejor dicho mega dramas!Esta trama no está lejos de la realidad, pues todos guardamos secretos. Y mantener algo íntimo no es incorrecto, el peligro está cuando lo que tratas de esconder constantemente te roba tu libertad y tu paz mental. ¿Qué secreto guardas tú? Quizás sea que tomas demasiado alcohol, que ya no amas a tu pareja, que comes glotonamente a escondidas, que estás a punto de perder tu empleo, que estás al borde de la bancarrota, que no has podido pasar un examen para entrar a la universidad, que tu sueño es pintar cuadros en vez de ser contador o que vives sumergido en una depresión de la cual no puedes escapar…Sea cual sea tu secreto ─el cual no tiene que ser “algo malo”─ está robando tu seguridad y tus energías para lograr lo que realmente quieres. Aunque busques el momento perfecto para confesarlo no va a ser fácil, pero mantener la mordaza hace más daño que decir la verdad. La mejor forma de revelarlo es estar dispuesto a esperar un rechazo, pero sabiendo que al decirlo te traerá paz interna. Confesar tu verdad puede provocar un caos momentáneo pero la tranquilidad que vas a sentir no tendrá precio. Por eso, ¡te motivo a abrir la boca y soltar ese secreto!
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muchas veces, no es tener un secreto si no simplemente no contarle a alguien lo k te esta pasando sobretodo si ya traiciono tu confianza contandole a otras personas tu intimidad, yo por eso soy muy reservada con mis cosas y muy pocas veces cuento lo verdaderamente importante de mi vida
creo que los secretos que nos roban la y la libertad son aquellos que creemos que es algo malo, y nos da temor que la gente se entere de lo que hicimos o nos hicieron por venguenza y temor al rechazo, pero es verdad, confesar los secretos, decir lo que eres te da libertad y luego ya no lo ves tan grande y tan grave como antes, dicen que las penas comoartidas son medias penas, y yo creo que es cierto. pero si hay que tener cuidado a quien se lo decimos porque una cosa es contarselo a alguien y eso ya es bastante dificil, a querer que todo mexico se entere. saludos
El problema viene cuando lo compartimos con la persona incorrecta.....!
Hay que razonar muy bien qué tan conveniente es guardar aquel secreto o, en su caso, cómo y con quién compartirlo.
Bien dice MÉLIDA: hay secretos que, al guardarlos, te dan paz.
Cada caso es personal. Imposible generalizar.
lo secretos no traen nada bueno si afectan la tranquilidad y el estado emocional del individuo, se deben eliminar esos secretos, ser una persona auténtica.
Bueno, yo pienso que hay que abrir la boca, dependiendo del secreto. Hay secretos que no roban ni la paz ni la tranquilidad, al contrario, te la dan. El secreto bien guardado de una alguien a quien quiero mucho, era que a su edad, se chupaba el dedo. Le daba paz, y cuando estaba triste, se lo chupaba (supongo que le tranquilizaba) no dañaba a nadie, por lo que no veo porque tendría que exponerlo. Estaba muy afectada el día que accidentalmente la descubrí, y simplemente le hice saber que su secreto no sería revelado.
Comentarios
saluditos!
Hay que razonar muy bien qué tan conveniente es guardar aquel secreto o, en su caso, cómo y con quién compartirlo.
Bien dice MÉLIDA: hay secretos que, al guardarlos, te dan paz.
Cada caso es personal. Imposible generalizar.