El artículo que Lisgé Martín publicó hace meses en el País me hace reflexionar en estoy días que estoy corrigiendo mi nuevo libro "Los extraños caminos del placer". Doy gracias a mi editora Leslie Cano porque puso todo su empeño en encontrar las comas de más, los puntos de menos, las cursivas, las mayúsculas y las minúsculas que no van.Aristóteles distinguió hace ya muchos siglos, la diferencia entre democracia, que es el gobierno del pueblo, y la ociocracia, que es el gobierno de la plebe, o de la muchedumbre. En la democracia elegimos a los que creemos los mejores para que nos dirijan y en la ociocracia no elegimos a nadie, ni delegamos nada: todos opinamos de todo y todos somos sabios en cualquier materia y profesión.Eso de que Internet democratiza la cultura es ociocracia y más que una virtud parece un apocalipsis. Se nos propone eliminar a los editores, aparece el libro electrónico y aparecen en la red miles de textos sin depurar. Saramago y mi vendedora de hortalizas (que se divierte contando historias aunque sea casi analfabeta) están en pie de igualdad. Los dos pueden convivir en la red. ¿Es beneficioso que leamos textos con faltas de ortografía? Más allá del abaratamiento del libro y su divulgación, lo que peligra con un sistema en el que no haya editores no son los beneficios de los accionistas ni los privilegios de unos pocos, lo que peligra es la dignidad del libro y de la cultura que trasmite. Información no es lo mismo que conocimiento, digo yo.Patricia Rodríguez
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Peligra la dignidad del libro que corre el riesgo de convertirse en historieta.... y peligra la inteligencia humana que corre el riesgo de disfrazar a la ignorancia con el antifaz de la pseudo-información.
Escribir no es cosa del otro mundo es algo que debe aprenderse desde la educación primaria, lamentablemente el idioma español no ha hecho aún su conquista.
Anna Kenia, Roberto y Martita. gracias por sus comentarios. Les puedo decir que a mí me hace muy bien tener a una editora o editor que me ayuden a limpiar los textos que se van a publicar. Hay cosas que una ya no ve, palabras que faltan y se leen como si estuvieran escritas. La mente llena los huecos, hasta que alguien escribe cajón con g y ahí todo cambia. Les mando saludos cariñosos.
Es verdad, muchas personas estamos dejando de lado el arte del buen escribir en función de "hacerlo lo mas rápido posible". Malas manías, derivadas de la nueva costumbre de escribir 100 palabras (de modo infame) en un mensaje de texto que solo tiene espacio para 150 caracteres (ahí nació el MSJ, la TQ1CH, y otras "estrellas gramaticales")
De mi parte, prometo firmemente poner todo mi empeño en escribir correctamente, aunque tenga que releer una y otra vez lo que escribo.
Patricia, sabias palabras.
Hoy por hoy el internet y el teclado han borrado toda necesidad y necedad por la buena letra, cualquier aberración escrita se justifica por haber sido escrita en un teclado.
Yo también soy autor de un libro, y en cuanto a la cultura editorial de hoy en día, tengo mis reservas… jejeje.
Acabé volviéndome independiente después de 3 años de estar esperando respuesta, y de que los contratos que me plantearon nunca me convencieron. Así que definitivamente debemos pensar en defender al libro, bastión de nuestra cultura.
Jajaja a propósito de horrografía... perdón! Ortografía. Al abrir un libro y nos concentramos en la lectura es como entrar a un estado de meditación... De pronto el entorno desaparece. Es como una danza de letras e imágenes en la mente... Y de pronto ¡Ggggjjjjjj! (rayada de disco) una falta de ortografía. Ésta es mi descripción de como la mala ortografía se siente visualmente.
Comentarios
Es verdad, muchas personas estamos dejando de lado el arte del buen escribir en función de "hacerlo lo mas rápido posible". Malas manías, derivadas de la nueva costumbre de escribir 100 palabras (de modo infame) en un mensaje de texto que solo tiene espacio para 150 caracteres (ahí nació el MSJ, la TQ1CH, y otras "estrellas gramaticales")
De mi parte, prometo firmemente poner todo mi empeño en escribir correctamente, aunque tenga que releer una y otra vez lo que escribo.
Con cariño, AK
Hoy por hoy el internet y el teclado han borrado toda necesidad y necedad por la buena letra, cualquier aberración escrita se justifica por haber sido escrita en un teclado.
Yo también soy autor de un libro, y en cuanto a la cultura editorial de hoy en día, tengo mis reservas… jejeje.
Acabé volviéndome independiente después de 3 años de estar esperando respuesta, y de que los contratos que me plantearon nunca me convencieron. Así que definitivamente debemos pensar en defender al libro, bastión de nuestra cultura.