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Y eso ¿con qué se come?, bien decía mi abuelita: “No hagas a los demás lo que no te guste que te hagan a ti”, y nosotros siempre oyendo los consejos como botes de basura sin fondo, oyendo pero no escuchando.

Pues bien La Benignidad no existe en nuestro idioma como palabra que exprese propiamente el significado de benígnitas. La palabra benignidad es utilizada para darle sentido a la dulzura es decir, tratar a los demás con gusto, con cordialidad, con alegría y felicidad, sin sentir pesar en la interacción con las personas. Es una clara tendencia a hacer el bien o pensar bien, digamos a manera  de opuesto,  la otra cara de lo maligno, cualquier acto que promueve un sentimiento agradable o benéfico a los demás está siendo y actuando benignamente, significa entonces buena voluntad, comprensión y simpatía hacia una persona o grupo social. Luego entonces podríamos estar hablando que, buscar y actuar por el bien del prójimo te hace practicar activamente tu vida con benignidad, sé perfectamente que, por mala cultura nos han enseñado de generación en generación que de la puerta para adentro no debe importarnos nada más allá de lo que le afecte a los nuestros, pero hoy en día que vivimos tan necesitados de valores, de buenas acciones, de dignos y sinceros sentimientos, no crees que actuar con benignidad ¿nos vendría muy bien y haría más placentera la vida?, esto es, por ti, por mí y los demás. Ocuparnos de  nuestros semejantes abre plenamente el camino hacia una vida compartida de bondades y eso es lo que, urgentemente necesita nuestra sociedad, debemos dejar de pensar en nosotros mismos y empezar a pensar en los demás con benevolencia y empatía (ponernos en los zapatos del otro), piensa que es un trueque de buenas acciones que por inercia regresarán a ti y multiplicadas. Vale la pena ¿no crees?

Te quiero contar una leyenda sobre un hombre de un pueblo en la costa de Colombia que tuvo la oportunidad de subir al alto cielo, a su regreso, contó que había contemplado desde arriba la vida humana. Y dijo que somos un mar de “fueguitos”, el mundo es eso – reveló-. Muchas personas, muchos fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. Nunca habrá dos fuegos iguales. Hay grandes, chicos, de todos colores. Hay personas de fuego sereno que ni se entera del viento y las hay también de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos bobos que no alumbran, ni queman, pero otros arden la vida con tantas ganas que no es posible mirar sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. (Fragmento del libro de los abrazos de Eduardo Galeano).

Ahora reflexiona ¿Qué tipo de fuego eres?, te invito a recapacitar que tanta benignidad quieres practicar en tu vida, que tanto quieres arder en ella y a tu alrededor, que tanta luz pretendes brindar a los demás, te imaginas que misión tan hermosa el poder transmitir brillo a cada paso que das, eso es una bendición que debes aprovechar al máximo, el fuego siempre representará la vida, la buena actitud, la voluntad de hacer el bien, esa fuerza interna que te mueve para lograr todo lo que te propongas y por supuesto hacerlo de manera gentil y amable para compartir con cada ser. Desde el momento que empiezas a ver opciones para dar antes que recibir, para compartir antes de pedir, para convivir antes de aislarte, para sonreír antes de llorar, para abrazar antes de rechazar, entonces, LEE MUY BIEN, estarás disfrutando la benignidad en tu hermosa vida.

Por último te comparto que, para lograr éxito en una nueva filosofía de vida debemos luchar para ser personas buenas y esto se va logrando siempre y cuando estemos sanos espiritualmente,  esto solo se logra manteniéndonos en paz con Dios nuestro señor.

Deseo con todo mi corazón que tengas una semana colmada de benignidad, y eso, solo depende de TÍ.  Hasta el próximo martes.

 Dios te bendice!!!!!