Si esta musculatura está frágil por los embarazos, el sobrepeso o La edad puedes sufrir pérdidas de orina, dolor lumbar... Por eso conviene reforzarla. Y si ya se ha debilitado, con estos ejercicios lograrás corregirlo.
La pelota debe quedar presionada debajo de tu sacro. Deja los brazos a los lados del cuerpo y despacio eleva la pelvis liberando la pelota. Sube la pelvis apretando los glúteos y llevando el ombligo hacia tu espalda. Mantén las piernas firmes y los pies planos en el suelo.
- Deja los brazos a los lados del cuerpo y despacio eleva la pelvis liberando la pelota.
- Sube la pelvis apretando los glúteos y llevando el ombligo hacia tu espalda.
- Mantén las piernas firmes y los pies planos en el suelo. Baja despacio y repite 10 veces.
Colócate a cuatro patas y apoya los antebrazos sobre el suelo de forma que puedas apoyar cómodamente la frente sobre tus manos.
Separa un poco las rodillas y relaja el tronco.
Aprieta el abdómen, llevando el ombligo hacia la espalda y a la vez siente cómo la zona pélvica "sube" y se contrae.
Mantén esta contracción contando hasta 8, relaja y repite 10 veces el movimiento.
Túmbate boca abajo con una pierna flexionada hacia un lado.
Apoya la cabeza en los brazos y relaja la espalda.
Ahora aprieta los glúteos y contrae a la vez el abdomen llevando de forma exagerada el ombligo hacia la espalda.
Debes sentir como tu barriga se despega levemente del suelo en cada contracción. Relaja y repite 10 veces.
—POR QUÉ SE DEBILITA EL SUELO PÉLVICO
Hay tres momentos clave en la vida de la mujer que "castigan" esta zona: el embarazo, el parto vaginal y la menopausia.
Además, si no has tenido hijos pero te sobran algunos kilos, también estás sometiendo a la musculatura interna de la zona íntima a una presión que le perjudica.
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