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No existen personas perfectas y son muy pocos quienes se acercan a la perfección. Los seres humanos estamos expuestos a equivocarnos y a cometer errores, lo que no se vale es sostenernos en una postura de soberbia y de repetir una y otra vez fallar.

Vivir o trabajar con alguien que siente que nunca se equivoca es muy difícil, aguantar a alguien que nunca sabe pedir perdón es una pesadilla. Las personas orgullosas que se sienten perfectas generan en los que conviven con ellos ira y rencor.

La incapacidad para reconocer nuestros errores genera mentiras, hipocresía, fanatismo y abuso de poder. El hecho de no admitir una equivocación y de no ser sinceros y ver nuestra culpa en determinados hechos ha sido la causa a lo largo de la historia de muchos conflictos y enfrentamientos entre personas.

Muchas personas piensan que reconocer un error es señal de debilidad, pero en realidad es lo contrario. Las personas que aceptan sus equivocaciones son dignas de respeto y admiración. Los errores que se reconocen son herramientas que nos permiten aprender, crecer, hacer cambios y superar limitaciones. Quienes tienen la nobleza de reconocer sus errores y aprender de ellos crecen espiritual y materialmente más. 

Es más cómodo hacerse el tonto y actuar como si nada hubiera pasado. Poner cara como de que no rompes ni un plato no es suficiente y pensar que a las otras personas se les va a olvidar mañana lo que hiciste es un gran error. A veces el miedo a sentirnos débiles es el que nos impulsa a sostenernos en una mentira o a no aceptar una falla. Pero estudios demuestran que las personas que reconocen sus errores son más felices y disfrutan más la vida porque aceptar los errores propios abre puertas que son la clave del éxito y la felicidad.

Cada error nos muestra algo que debemos corregir. Para aprender de tus errores sigue los Lizitips que a continuación te presento:

1.    Acepta lo que ya pasó. Suelta el pasado y en lo que pudo haber sido y no fue. El pasado ya pasó y no puedes cambiarlo.

2.    Pregúntate “¿Qué puedo hacer para corregir el error lo más rápidamente posible y que puedo aprender de esta experiencia?”

3.    Supera la culpa. Si realizaste una mala elección o cometiste una equivocación ¡no te castigues! Cometer errores no tiene nada que ver con tu valor como persona ni con tu capacidad para tomar decisiones en general. Nadie es perfecto.

4.    Vence tu miedo a equivocarte. Si te equivocas, pide disculpas

5.    Considera el error como un aviso, ej. una multa por exceso de velocidad te debe servir como advertencia de que debes manejar más despacio y evitar un accidente

6.    Evita convertirte en un recolector de los errores de los demás. Señalar los errores ajenos es un mal habito, si lo tienes quítatelo.

7.    Asume tu responsabilidad. Madurar implica aprender a ser emocionalmente inteligentes.

8.    Supera la culpa y perdónate a ti mismo (a)

9.    El hubiera… no existe castigarte una y otra vez pensando en todo lo que hubieras podido hacer para evitarlo, no sirve de nada ni resuelve problemas

10. Aprende de tus errores. No permitas que tu arrepentimiento se quede en puras palabras. Además de pedir disculpas es importante que hagas algo concreto para mostrar tu compromiso de corregir la ofensa cometida