La segunda oportunidad que le doy a mi matrimonio es por mi, no por el.

 Uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Muchas veces es muy tarde cuando uno se da cuenta que la perdida fue realmente un error. Una decisión tomada por enojo, resentimiento o por un mal consejo no siempre es la mejor solución disolver un matrimonio.  Quizá un cambio de perspectiva y un ajuste a las expectativas irracionales pueden reiniciar el dialogo para sanar la relación dañada.

Por supuesto que una segunda, tercera o sea cual fuere el número de oportunidades que se propone no siempre son válidas en algunas relaciones, ni siquiera necesarias.  Si existe abuso, infidelidad continua o causas realmente que estén dañando a las personas, las  nuevas oportunidades no son posiblemente el camino para mejorar.

 Enfocando la atención a las relaciones que no funcionan efectivamente y que con un poco de conciencia y cambio de actitudes se pueden sanar, es viable encontrar mejores estrategias para salir de la crisis y aprender a vivir en una relación saludable, estable y por supuesto, emocionalmente nutritiva.

La mente humana tiene una manera muy peculiar de funcionar, en algunos casos, cuando la persona siente que tiene el poder de hacer o deshacer, actúa con arrogancia y con prepotencia, porque puede ser que se esté concentrando  exclusivamente en su poder sobre la relación.   Sus carencias determinan  obligaciones que “cree” que tiene derecho a exigir.

Mientras tanto y por el otro lado de la moneda, la pareja de esta persona, se siente oprimida y devaluada.  En algunos casos hasta se convierte en una víctima de la relación, sin creer tener posibilidades, ni opciones para poder recobrar su voz y su lugar.

Hay veces, que la paradoja de querer justo lo que ya no se tiene, cambia la manera de actuar de las personas. Pero cuando uno cambia la perspectiva, o comienza a mirar a la persona con otro ángulo, hay ocasiones que la manera de relacionar cambia y sucede, No siempre. Pero hay veces que se reacomoda y finamente la relación comienza a fluir, convirtiéndose en una relación efectiva y funcional.

Dalia decidió separase de su marido porque él la hacía sentir menos, la manipulaba y controlaba con su dinero. Después de varias terapias y pláticas con profesionistas, esta mujer entendió que tenía valor propio, que tenía una voz y que ella se tenía que respetarse primero antes de  pedir que alguien lo haga por ella.

Cuando tuvo el valor, acepto la separación que tanto le pedía su esposo. Ahora que ella se encuentra estable y se siente segura. El marido no quiere dejarla… A simple vista está muy claro. Ella no tiene nada que hacer con él. Pero pensando mejor, tienen hijos en medio y ella ya es otra mujer, podría darse la oportunidad y asegurarse que si lo deja es porque realmente su relación ya no funciona… Pero ahora ella también tiene decisión. ¿Tú qué harías?

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La receta

Encontrando mi voz

Ingredientes:

1 taza de conciencia – reconocer el valor, lo sentimientos y las necesidades personales.

 1 cucharada de dignidad – amor y respeto propio

2 piezas de determinación – decisión, motivación y acciones que te apoyan

1 manojo de armonía emocional – balacear los sentimientos, las emociones y los pensamientos

1 rebanada de valores- prioridades, misión de vida y principios por los que se lucha

Recomendación del chef:

Crea condiciones que sean favorables para ti, cuídate y evita todas las posibilidades para que te derroten o te vuelvan hacer sentir de menos. Si estas tratando nuevamente es porque tú te encuentras en una posición distinta y vale la pena darte una nueva oportunidad.

Como encontrar mi voz y poderla defender:

1. Cuando uno se considera un ser valioso y ganador todo es más fácil. Visualízate como una triunfadora, Las personas te van a tratar como tú te percibas y como tú lo permitas.. La primera batalla que uno tiene que vencer es la que se tiene con uno mismo. El poder de la mente da valor para elegir la mejor opción.  

2. No justifiques, ni caigas en la culpa. Ser humilde, generosa y buena no quiere decir que te tienes que dejar aplastar o caer en relaciones toxicas y negativas. Siempre siente orgullo por quien eres y por lo que luchas. Tú tienes tu voz.

3. Solo se puede recuperar la relación la cual que ambos tienen interés. No puedes recuperar una relación donde no exista el compromiso, el arrepentimiento y el deseo de sanarla. Tu esfuerzo de tratar de recuperar la relación debe de ser muto, o no funciona.

“Se amable y bondadosa contigo misma, respétate y cuida tu dignidad, deja que tu pareja  se cuide sola”

*Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2015

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