La importancia de pertenecer a una comunidad no es un capricho que a alguien se le ocurrió, es una necesidad tan perceptible que no sé por qué nos hemos hecho tan abstraídos de ello, bueno de la misma gente. Nos da igual quien pasa a nuestro lado total ni lo volteamos a ver, pues ¿quién nos creemos que somos?

Si bien los tiempos han cambiado y la sociedad en que vivimos en México nos ha obligado de cierta manera a que no confiemos en nadie, a que siempre estemos alerta de alguna situación en la calle, o de cualquiera que se nos acerca, de no hablar mucho con nuestro vecino, bueno, a veces ni saludarlo, porque “no es de nuestra misma clase social”, en realidad somos unos mal educados y no entendemos ni tantito que saludar, no nos cuesta nada; decirle a alguien que vive junto a nuestra casa, “buenos días” o esbozar una sonrisa sería lo mínimo que podríamos hacer para tan sólo comenzar a crear lazos entre nuestra propia comunidad. El objetivo de esto es crear conciencia de saber que podemos contar con alguien que vive junto o cerca de nuestra casa para alguna emergencia, alguien que no sea de nuestra familia, pues a veces por desgracia no contamos con nadie y tenemos que echar la mano de un amigo o conocido, y es aquí donde propongo que nos conozcamos más para poder ayudar a nuestro vecino, y por lo consiguiente no sentirnos tan solos en el barrio, sea cual sea nuestra clase social.

¿A qué llamamos comunidad?

Echando un ojo a la enciclopedia buscamos el verdadero significado de esta entidad social:

Una comunidad es un grupo o conjunto de individuos, seres humanos, o animales que comparten elementos en común, tales como un idioma, costumbres, valores, tareas, visión del mundo, edad, ubicación geográfica (un barrio por ejemplo), estatus social, roles. Por lo general en una comunidad se crea una identidad común, mediante la diferenciación de otros grupos o comunidades (generalmente por signos o acciones), que es compartida y elaborada entre sus integrantes y socializada. Generalmente, una comunidad se une bajo la necesidad o meta de un objetivo, como puede ser el bien común.

En términos de administración o de división territorial, una comunidad puede considerarse una entidad singular de población, una mancomunidad, un suburbio, etc.

La creación práctica de un sistema de vida con personas que viven juntas no es una casualidad sino una necesidad para subsistir en el logro de objetivos comunes, otra característica es que debe ser autosuficiente en medios de producción y en algunos casos en capacidad de defensa.

“El buen vecino”

Tomando en cuenta la definición anterior y todo lo que se explica en ella, entonces sólo reitero lo que dije, pero no nos quedemos con que alguien nos quiere aleccionar y dar cátedra del “buen vecino”, ese no es el objetivo, esto es sólo crear un pensamiento sano de la gente que vive al alcance para poder resolver problemas que tenemos a nuestro alrededor.

Veámoslo primero como una conveniencia, después como algo que en verdad nos dejará algo bueno.

Para tener identidad

La comunidad nos da además un sentido de Identidad. Nosotros nos identificamos con la comunidad y ésta es parte de nosotros. Entonces pertenecemos a una comunidad. Este “sentido” es la base de toda civilización, empieza desde la comunidad más elemental, la familia, y llega hasta países y continentes enteros: La Comunidad Económica Europea.

Esta identificación crea lazos estrechos y fuertes, además nos forja en un universo de respeto que ponderará al civismo como un valor fundamental, entre más sentido de comunidad tengamos, más respeto tendremos por nuestros vecinos, nuestro entorno, nuestra ecología, etc. Y genera una solidaridad que crece día a día.

En México hemos perdido el más elemental sentido de la comunidad y por lo tanto valores cívicos, de respeto por el prójimo y de trabajo en conjunto. Hemos perdido la noción de que la suma de las partes conjuntamente es mayor que el valor de las partes sueltas. Entonces no tenemos comunidad, no tenemos sociedad y no tenemos civilización.

Y este sentido se tiene que dar todos los días y en todos los sentidos, aún en las actividades más simples, como saludar al vecino o no tirar la basura en el lugar equivocado.