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Continuemos con el análisis de la película...

Más tarde, cuando pueden verbalizar su experiencia, Jack le dice a Rose que sabe que no se hubiera arrojado al mar y aparentemente ellos se lo creen. Ahora considera lo siguiente: ¿te atreverías a brincar la barandilla a una altura de 30 metros, con un fuerte y helado viento, en la oscuridad de la noche y sin que nadie estuviera presente? Ella aparentemente acepta que no se hubiera lanzado; sin embargo, cuando recapacita ―toda vez que él la convence de que lo haga―, al intentar regresar, pisa su vestido, y si no es porque él la alcanza (de hecho, ella se queda sostenida colgando de la mano de él), se hubiera precipitado al mar. ¿Qué te parece? Primero su actitud temeraria y después su torpeza. Piensa que no se hubiera arrojado, pero poco faltó para el desenlace fatal. ¿Verdad que es muy fácil autoengañarse? ¿Verdad que la parte saboteadora del inconsciente influye más de lo que a veces quisiéramos?

A partir de entonces empiezan a cultivar su romance flechados por Cupido. Después de unas cuantas horas de estar juntos, Rose le pide a Jack que la acompañe a su camarote en donde se hospeda con su prometido. Una vez instalados, ella le pide que la dibuje desnuda luciendo en el pecho el costoso y legendario diamante azul. Luego ella guarda el dibujo en la caja fuerte junto al diamante que previamente había depositado Jack, además de un recado para Cal en donde le dice con una ironía cáustica: "Querido, ya puedes tenernos a ambos en tu caja fuerte. Rose". Y así deciden "huir" juntos por el barco para recrear su amor.

Este episodio es la parte central de mi análisis, en él demuestran que, en el fondo, no les interesaba construir una relación. Piensa: ¿a quién se le ocurre desafiar a un tipo tan poderoso como Cal, que puede controlar eventos en el barco a su voluntad, que no tiene escrúpulos y que es capaz de hacer lo que sea necesario para salirse con la suya, incluyendo matar ―lo cual se confirma cuando al saber que Rose y Jack siguen juntos, persigue a este último tratando de matarlo a balazos? ¿Que al leer la desafiante nota y al ver a su prometida desnuda en el dibujo, creado en su propio camarote, este personaje prepotente, despiadado, egoísta, frívolo, narcisista, súbitamente iba a transformarse en una persona humanista, comprensiva, serena y lúcida que terminaría diciendo: "Bueno, hay que saber perder, que triunfe el amor y que sean felices. Yo quiero que ella sea dichosa, no importa que sea al lado de otro"?

Qué ingenuo, ¿verdad? Por supuesto que tenía que suceder lo obvio: que a Cal le hirviera la sangre; que se le despertara la ira de un volcán en frenética erupción; que se sintiera engañado, agraviado y desde luego retado por la provocadora actitud de los enamorados.

Y mientras tanto, Jack y Rose corriendo por el barco tomados de la mano, con una sonrisa de complicidad, con una actitud lúdica, como dos niños que hubieran hecho alguna travesura, perseguidos por un tempestuoso y encolerizado principio de realidad encarnado por los guardias que los corretean, principio de realidad al cual la pareja desafió y pretendió omitir. Osadía que tuvieron que pagar colocando la relación en la sangrienta y necrófila piedra de los sacrificios.

Como ves, si a los enamorados les hubiera interesado de verdad un proyecto de pareja, pudieron haber diseñado una estrategia realista y prudente para lograrlo. Como por ejemplo, postergar estos encuentros de éxtasis para evitar provocaciones y sospechas y, junto con ello, diseñar un plan para huir cuando terminara la travesía. Pero al parecer, inconscientemente no lo querían, se dedicaron a desafiar, a "patear el avispero", a dejar mensajes obvios que impidieran su relación y a final de cuentas quedar como víctimas y decir "Oh, la fatalidad y la mala suerte nos persiguen". Sin darse cuenta, se entregaron a la tarea de desdoblar el proyecto destructivo que traían en su interior, el cual salió a la superficie cuando ella coqueteó con el suicidio; también cuando se expusieron a que los descubrieran mientras él la dibujaba en el camarote de su prometido rico, poderoso e inhumano. Por cierto, en este episodio no tuvieron la "precaución" de echar la llave a la puerta, de tal manera que cualquiera hubiera podido entrar en esos momentos; tal como lo hizo el guardaespaldas que, si hubiese llegado unos minutos antes, los hubiera sorprendido "in fraganti". Asimismo, cuando ella dejó la descarada y retante carta en la caja fuerte anunciando cínicamente su romance con Jack. Después de todo, cómo no iba a actuar de esa manera tan autodestructiva si ella había aprendido que amar significa sacrificar al otro. Su madre decía quererla, pero no le importó ponerla en brazos de la desdicha obligándola a casarse con un hombre al que Rose aborrecía. De igual forma, ella sedujo a Jack y lo condujo, en complicidad con él, al matadero; ya que si el Titanic no se hunde, hubiera terminado pudriéndose en una cárcel por "robar" la joya. Sin dejar de ver que Cal lo hubiera podido desaparecer: simplemente citándolo a media noche en el mismo lugar en donde salvó a Rose, y con un empujón se podría deshacer de él sin que nadie lo reclamara.

Como puedes darte cuenta, esta historia está plagada de actitudes derivadas del viejo paradigma. Mientras sigamos creyendo por una parte que el amor es una pareja encaramada en la barandilla de proa ―muy juntos, ella adelante, ambos con los brazos abiertos queriendo simbolizar con esta imagen la unión, la libertad, el compromiso y la trascendencia― y por otra, haciendo todo lo posible para sabotear el proyecto de vida afectiva, seguirán multiplicándose inconteniblemente los divorcios y las infidelidades.

Continuará…