POEMAS NOVIEMBRE 5 DEL 2010CANTO A LA AGONÍA DE MI PATRIACamino como una lúgubre planta sin sosiego¿Nos entretenemos con la belleza de las estatuas?¿Será que despiertan si les besamos sus senos desnudos?Nada expresan los sentimientos que son cual bloques de hieloIglú para el sufrimiento y la agonía de las esperanzasTus labios vacilantes al borde de la espuma y del vientoTu lengua como una flecha me ausculta y hiereMi corazón llora como una hoja desprendida por el otoñoMis noches se confunden como un estandarte de naufragiosNegros son los graznidos de los maléficos relámpagosEstériles son las olas que agonizan y se las devoran las arenasMis lamentos huyen como un caracol hacia el fondo del marVivo solitario como las palmeras que siembran los cangrejosNadie se apiada del sexo de los versos, ni de su escalofríoCae el sudor de la vergüenza cual goterones de sangreUna y otra vez se levanta atrozmente la mano del verdugoDuermen los estertores de los corazones incendiadosNos erizamos como peces rabiosos, defendiéndonos con espinasAhora desconozco el paraíso o el infierno que habita mi almaContemplo la agonía del esperma sobre la sudada sábanaBíselo la cintura de los versos para no herirme las manosYa no me emociona la luna, por ser un mar de arenas y rocasSe han encerrado los bosques con alambradas, para talarlos luegoLa indiferencia nos ha manchado con sangre las manos a muchosEl pueblo sólo conoce el pan mohoso, él vino rancio y el fuegoPrecipitada cava la guerra trincheras que serán tumbasEs torrencial el odio que nos separa a todos los gladiadoresNadie tiene tiempo para enterrar con dulzura a sus hijosRECORDANDO EL AYERMi corazón prisionero contempla la tempestadImagino a lo lejos al encolerizado marTratando de devorarse sin piedad a algunos marinosEl amor es paráfrasis de la fuerza de la nostalgiaMe siento miserable ante la soberbia del odioAñoro como cuando jugábamos a vaqueros e indiosRecuerdo con cariño algunas noches de juvenil bohemiaHasta que llegaron los momentos apocalípticos y las lágrimasEl destino quiso conducirme a una muerte prematuraVivimos cual infelices cautivos a merced de los politiquerosLos ríos mueren asfixiados y nosotros ahogadosYa no tienen las aguas el color de los ojos del cieloSe ha enloquecido la brújula que orientaba los pasosEl mar es como una estrella roja que nos seduceHoy he bebido y escuchado tangos tocados por un pianoImagino los ayeres que vivieron nuestros padresAñoro un amor recién cortado como una flor sin espinasNo pienso que la poca luz signifique agonía o muerteNo sé cómo detener la noche para que nos alcance el tiempoNi tú vas a morir ni yo lo haré, si no nos podemos encontrarTe busco porque mi sangre es amiga de la nieveDel marfil que se mancha con él vino de las venasMi boca busca con hambruna a tu cuerpo fugitivoLa muerte no es más que el martirio en noches solitariasMe fascina que tu pecho sea la presión de mis fantasíasEl hechizo de las burlonas sombras me ilusionaComo una cascada de fugitivos te quieros y te amosMi pecho de acero es más sensible que el corazón de una rosaCONFESIONES DEL ALMATe adoro y me aborreces como una tormenta sin sentidoMe apeteces como a un eunuco o un desdorado esclavoOfréceme el corazón de tu alma y no al desprecio que ofendeNo nos atormentemos sinrazón ni nos despreciamos como neciosConfieso que siempre añore llegar a verte de nuevoMi memoria cuidó con recelo y sin malicia nuestros recuerdosMi error fue idealizarte y mi vileza el haber abusado de mi suerteMe siento despreciado como todo infame por el amorTodos los amantes hemos sido dichosos en las pequeñas muertesHay circunstancias que nos laceran como despiadados siliciosGolpe a golpe de la fragante hermosura de la rosa se deshechaComo las necias sombras de las tormentas tropicalesNada resucitará después de haber muerto, dice un vidrio rotoCuando muere un sentimiento, jamás regresa siendo el mismoHay sombras malvadas que marchitan todo lo que tocanHay dulzuras y alegrías que se agrian, cuando se corta la lecheAlgunos besos expresan adioses, sin expresar ni una palabra de DiosLa vida a veces nos devora como el mar se traga al solSueño y alucino como una piedra expuesta y sin protector solarCaminamos como desalmados y arrieros jinetes al galopeHUELLAS DEL RECUERDOLlegan y se van cual eternas emigrantes las golondrinasCruzan el mar por un mendrugo, como nosotros por una cariciaNo todo lo que se dice creado por el señor es buenoPorque la mano del hombre está detrás de los textos sagradosTe amo mundana como eres y porque distraes mi almaVivo con frenesí el presente como si intentara contemplar algoNi una mortaja puede consolar a mi tristeza ni mi amarguraSólo tu canto me permite dormir en paz y acordarme de tiNo me importan los vientos ni cuantas jornadas tenga que soportarLe pedimos como huérfanos o náufragos, otras oportunidades a Dios¿Será el dolor de la luz de la existencia, un reproche de la vida?Dejemos una inmortal estela azul, a nuestro efímero paso terrenalSon trémulas las esperanzas de los epitafios inmortalesNo creo que se pueda ser más tonto de lo que he sido hasta ahoraCreí que caminando descalzo, correría menos riesgos de tropezar¿Será que la muerte engrandece a los suicidas, que se fugan de la vida?Mi alma errante se ha hecho paisaje, sombra y palabraReconquistó las formas ajenas que desgarran intimidadPronto llegará el día en que viva cobijado por polvo y tierraYa no podré extender mis brazos ni observar el azul del cieloMi alma exhala aroma y viento como una misteriosa rosaTurbio se ve todo lo que veo a lo lejos, como una absurda batallaMi alma sueña con la sonrisa de un espejo frío y grotescoEs la sangre de mi adolorido pecho la que ríe de mis absurdos pasosHéctor “El perro vagabundo” Cediel 2010 Nov.
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