Publicado por Terry Guindi el 16 de Noviembre de 2010 a las 7:16am
Despertar una mañana, echar un simple vistazo a mi alrededor, los asuntos cotidianos, esos que hacemos casi sin pensar, en automático; salir a la calle, llegar a la primera reunión del día, desayuno, junta, conferencia, taller o simplemente a la oficina; los saludos con sonrisas o ésta última solamente, en los trayectos, en los arribos y en las despedidas.Todo ello tratando de entenderme, de crear ese día a día mágico en cada momento; buscar las razones del comportamiento de los demás, intentar aportarles algo para hacer su presente mejor. El análisis, la toma de conciencia.Somos responsables de gran parte de nuestro mundo externo, es el exterior quien moldea el interior.Varios filósofos confluyen en que “uno es uno y su circunstancia” concepto repetido desde Ortega y Gasset hasta el existencialismo de Sartre.Mis interpretaciones, mi filosofía, la que de alguna suerte conoces, el aquí y ahora pero que tampoco es de generación espontánea, forma parte de mi historia y también de mi trabajo con mi yo interno y con la Ley de Atracción, con el alineamiento de las cosas.Hay quienes son producto casi único, de su exterior, los percibes inmediatamente. Cuando éste los avasalla y lastima intentan modificar los hechos actuando sobre lo que ellos creen que es la causa, las circunstancias y los demás. Viven hacia fuera, carecen del equilibrio que les permitiría darse cuenta que el origen del conflicto está dentro en vez de fuera.Contrario a este grupo que son la mayoría, algunos otros sólo viajan, exclusivamente reitero, hacia su interior. La palabra coloquial que los define es “ensimismados”, viven para sí, en sí y por sí cual si el espacio y el tiempo dejasen de ser dimensiones del universo.Como casi todo en la vida, el éxito se encuentra en el equilibrio. En mi experiencia llegar ahí parte de un interior armónico, ordenado y con pensamientos constructivos, cuando el subconsciente cuenta con ellos tiene el método para actuar ante cualquier eventualidad, en el momento y lugar adecuados; actúa sobre los verdaderos orígenes del conflicto, externos e internos; responsabiliza al sujeto de los hechos y su relación consigo mismo, de su actualidad y del camino a seguir.En las artes marciales orientales como el Judo, el principal instrumento se encuentra en utilizar la fuerza del otro para conseguir el fin; en mi criterio para lograr los estados de conciencia y atraer del universo todo aquello que deseamos, es preciso utilizar al yo interior, al yo observante junto a la fuerza de ese “otro” que es el exterior y sus coincidencias, entender que todo ello forma una oportunidad única que es inadecuado dejar pasar. Recordarás que toda crisis es oportunidad.Ordenar los pensamientos, obtener el método de dentro, son secretos que parten de un trabajo profundo, acorde, que es preciso empieces lo antes posible y verás como todo cambia.¿Qué cambio quieres ver en tu mundo, el cambio que quieres ver en él, es a través tuyo, lo crees? como diría Gandhi.¿De dónde parte tu fuerza vital, de dentro o de fuera?
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Es muy sustancioso lo que dices, yo creo que todo requiere de disciplina y fuerza de voluntad para empezar ese trabajo profundo a que te refieres, gracias ya que los comentarios de ustedes son una chispa de luz en esa ceguera que a veces nos permitimos y no nos deja ver las situaciones de una manera mas objetiva.
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