En el mundo acelerado en que vivimos hoy día, lo que hace un tiempo podía parecernos fuera de lo “normal”, ahora en casi común. Eso es lo que le sucedió a una amiga que, en conversación privada, me comentó que a su novio le encantaba ver pornografía en el Internet. Y aunque ella no era aficionada a esa actividad, no tenía problemas con que él lo hiciera. ¿Perdón? Me parece que esta amiga está demasiado “acelerada”, o teme perder a su enamorado si lo confronta con una opinión contraria.
No voy a empezar ahora a “hacerme la santa” diciendo que la pornografía es una actividad diabólica de consecuencias infernales, pero sí creo que —por muy extendida que esté y por “aceptada” que sea— puede conducir a serios problemas en la relaciones, y quizás peor aun, a trastornos de la personalidad y comportamientos muy riesgosos socialmente. Tal vez te preguntas ¿Y como es que la pornografía puede ser algo tan maligno?
Las imágenes pornográficas actúan con gran poder sobre el cerebro
Las hormonas del organismo que generan placer intenso se activan cuando una persona observa pornografía. Estas imágenes y deseos sexuales se incrustan en la memoria y puede ser muy difícil dejarlas a un lado, provocando la necesidad de volverlo a hacer.
Como todo lo excesivo (que además puede tener el sospechoso encanto de lo prohibido), puede convertirse en una adicción. Poco a poco el usuario de pornografía se va sintiendo insatisfecho con el placer que experimenta, asi que comienza a buscar materiales más gráficos y perversos para satisfacer su necesidad. En ese punto puede poner en práctica comportamientos sexuales que una vez consideró destornillados, degenerados o vergonzosos, que ahora se tornan comunes y aceptables. Tales como la promiscuidad, exhibicionismo, sexo grupal, voyerismo, y hasta llegar al punto de mantener relaciones sexuales con menores de edad.
No permitas que la pornografía distorsione la belleza de la entrega total entre dos seres humanos. No se creas eso de que, “¡pero si yo no le hago daño a nadie mirando esos videos tranquilito!” — Te advierto, que el daño te lo haces a ti mismo.
Comentarios
Hola, es importante y urgente que se tome en cuenta esos temas, porque como bien dices los adultos no nos asustamos de lo que vemos porque lo permitimos y en algunos casos hasta lo creemos, que locura, pero lo que realmente me llama la atencion es que TODOS nos quejamos de lo mal que esta la juventud ahora y no solo los jovenes sino tambien los adolescentes que eso en nuestro tiempo no se veia etc, hablamos de falta de moral y demas valores cuando nosotros como padres no los promovemos, en casa de mi hermana se acostumbra hablar en doble sentido porque eso les parece gracioso y excitante a mi cuñado y a mi hermana, su hija mas grande acaba de cumplir 16 años, y nunca tomaron en cuanta de que los 3 menores escuchan y tambien entienden de que hablan, el caso es que a los 15 mi sobrina tuvo relaciones con un mayor de 23 años, pensando en como es tener sexo y si es tan maravilloso como lo dicen sus padres, error no solo pornografia fotografica delante de los chicos, existen muchas vias para que nuestros menores vivan de acuerdo a su etapa y esperen ese momento de entrega en completo acuerdo a la persona que ellos elijan como su pareja, ahora la pobre ya no sabe que hacer y mi hermana tampoco sabe a quien hecharle la culpa de tanta inmoralidad, es una lastima que tuvo que pasar esto para darse cuenta del daño a los hijos por jugar a desbordar su pasion delante de todos cuando en su casa vivien como perros y gatos.