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Ser madre, dar vida, es uno de los  grandes privilegios de la mujer. Así, nacen nuestros hijos que es en sí todo un  milagro, y a quienes debemos alimentar en cuerpo y espíritu, con todo amor. Por eso, en este día confirmamos nuestro empeño cotidiano de construir un mundo mejor en bien de ellos y de la sociedad misma.

También les felicito porque son vitales, alegres, activas y capaces. Y agradezco mucho su amistad, porque a la vez han dado luz a mi vida.

Felicidades en este día y todos los que nos quedan por vivir, que de seguro son incontables.

Con cariño

Martha Chapa