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Continuando con las ideas que pueden ser convertidas en planes y visiones concretas para el ejercicio de una paternidad responsable, útil y gozosa propuestas por el profesor de psiquiatría en el Yale Child Study Center and Medical School, Kyle Pruett, agrego las siguientes:

Con sus hijos:

          - Escuche la visión del mundo de su hijo y de vez en cuando déjele la última palabra. Conozca su mundo, a sus amigos, a su médico, a sus maestros.

          - Sus habilidades y pasiones fuera del trabajo son fascinantes para sus hijos. Compártalos con ellos. Usted es tan único como ellos.

          - Disciplinar quiere decir enseñar, no castigar. De manera que olvídese de la intimidación y las amenazas (físicas y emocionales). Con ello su hijo aprende a temerlo y evitarlo, no a respetarlo y emularlo.

          - Cuando esté con su hijo, muéstrese activamente atento y emocionalmente presente. Tiempo de calidad es un mito. Sus niños se crían en tiempo común, y estar ahí, estar con sus hijos, le da la autoridad que necesita para hacer un buen trabajo. La paternidad es un trabajo de toda la semana. Pasar tiempo a solas con sus hijos es crítico en todas las edades.

          - Viva los valores y costumbres que le encantaría ver en sus hijos.

Con la madre de sus hijos:

          - Discuta con ella sobre la autoridad y el poder compartidos entre hombres y mujeres.

          - Mantengan unidas sus habilidades parentales. Comparta artículos o libros que discutan las expectativas adecuadas para sus hijos en edades importantes.

          - Si está casado (y más aún si está divorciado), mantenga cuidadosamente su relación con la madre de sus hijos.

En su trabajo:

          - Desaliente los estereotipos paternos negativos dondequiera que los detecte: en la cafetería, en las reuniones, en políticas empresarias, etcétera.

          - Apoye el permiso para atención familiar tanto para hombres como para mujeres, contribuya a su defensa, enfréntese con los que opinan distinto.

          - Lleve a sus hijos al trabajo. Muéstreles su lugar. Presénteles a sus colegas. Hábleles de lo que hace. Invite a sus hijos a conocer este lado de su mundo fuera del hogar. Pregúnteles qué vieron y qué piensan.

No hay excusas para no atender la necesidad de padre de los hijos e hijas. Manos a la obra.