Sin darme cuenta se pasó el tiempo y lo que quise se publicara el día del padre, apenas lo escribo hoy. No por eso con menos ganas, con menos ímpetu, con menos amor.Siento que ellos también merecen ser homenajeados, reconocidos por su labor con sus hijos. En muchas familias él es quien se transforma en el pilar en ausencia de la madre y creo que les cuesta mayor trabajo porque tienen que dividirse entre el trabajo, atender el hogar, atender a los hijos. Es una labor ardua y silenciosa, llevada a feliz término paso a paso.Es cierto que a veces el papá se comporta un poco más estricto que la madre, que nos exige más. Pero finalmente cuando maduramos y miramos atrás, nos damos cuenta de que cada una de sus exigencias tuvo su causa y también su fruto, porque nos ayuda a formar nuestro carácter, a ser unas mejores personas.Hace algunos años conocí a Alberto. Beto para todos los de la oficina. Era una persona trabajadora, siempre dispuesta a colaborar. Siempre con mucho trabajo por hacer, pero siempre con una gran sonrisa y un brillo especial en sus ojos.Su historia era simple, Su esposa lo dejó por otro que le ofreció una vida mejor y un buen día al regreso del trabajo, se encontró con sus cuatro hijos solos, sin comer y sin ninguna explicación de ella. Espero y esperó que regresara y cuando se convenció de que no regresaría, organizó sus actividades de tal manera que antes de ir a la oficina ubicada en el centro de la ciudad (el vivía en Nezahualcoyotl), dejaba a sus niños desayunados y listos para ir a la escuela. Se encargó de pagarle a una vecina para que les diera de comer. Así que cuando regresaba, él se hacía cargo de revisar tareas, dar la cena y preparar todo para la mañana siguiente. Sábado y domingo que eran sus días de descanso, se iba a los campos de futbol a vender nieve. De verdad incansable.Y como él ¿cuántos "Betos" habrá en el mundo? Cuántos padres solteros que dedican todo su esfuerzo y energía con el afán de salir adelante con sus hijos.Por ellos y para ellos estas palabras, que quizá no tienen valor, pero que desde el fondo de mi corazón quiero dedicarles con respeto y mucho cariño.A todos ellos les digo ¡qué padres tan padres!
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