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Si ya decidiste salir de una relación violenta

Salir de la violencia puede ser peligroso si no se hace con cuidado y con ayuda. La relación tóxica, cuando se ve amenazada es cuando puede engañarte y decirte que todo va a cambiar. Debes saber que la violencia es una forma de locura  en el que se distorsiona la realidad y que no hay control consciente sobre ella. No se soluciona con promesas sino con tratamientos psicológicos especializados, y que llevan tiempo. Tienes que tomar muchas precauciones. Si ya lo decidiste es porque la violencia ya llegó a un nivel de alto riesgo que no siempre es percibido. La violencia tiene ciclos. Si tu conciencia ha decidido romper el ciclo es un momento muy importante. 

Si por fin adquiriste conciencia de que tu vida está en riesgo y  que debes salirte, planea con cuidado. Muchas veces por el miedo al desamparo y a no poder mantenerse, es que no se da el paso a la salud :

-       busca ayuda profesional en las organizaciones civiles o en espacios gubernamentales especializados para que te orienten

-       busca apoyo legal con especialistas

-       levanta una demanda

-       debes proteger a tus hijos e hijas planeando como vas a hacerlo. Busca ayuda para que estén seguros. Hay refugios.

-       Habla con cada hijo por separado y con todos juntos después. Cada uno dependiendo de su etapa de desarrollo tiene otras dudas y necesidades. asegúrales que no son responsables de nada.

-       Tu manutención es importante. Mira tus recursos personales, qué sabes hacer y dónde puedes hacerlo, o qué puedes vender, o dónde emplearte

No dudes de tu decisión. No son pocos los casos en los que los miedos te paralizan en el camino hacia salvar tu vida. Tómalos de la mano y sigue con ellos. Los vas a poder analizar y entender después. He escuchado cientos de ellos. Piensa en que vas a darle a tus hijas e hijos, si los tienes, un gran ejemplo de valentía. Si no los tienes, será una oportunidad para reinventar tu vida. En cada familia que vive violencia, la cadena de personas afectadas es enorme: las relaciones familiares, el rendimiento escolar , puede ser que descarguen el coraje en la escuela con bullying sobre otros, que consuman drogas para evadirse, y otras.

La violencia es un síndrome tóxico y las cadenas afectadas van mucho más allá del núcleo familiar. Separarte de la violencia es un gran logro.

Formé a las y los psicólogos de Inmujeres DF hace 8 años y en la Procuraduría de Justicia de Sonora, a quienes atienden a las víctimas indirectas del delito: hijos huérfanos, las viudas entre otros. Por un período largo, en todas las delegaciones políticas de la Ciudad de México, se atendía a las familias que vivían violencia con el modelo que diseñé de Constelaciones para Violencia Familiar, que son distintas a las familiares. En la PGJ y DIF Sonora, también supervisé cientos de casos. Cada uno me dolía igual que el otro. Todos tienen consecuencia en el futuro y todos vienen de consecuencias de la violencia del pasado. Como dice Savater, no hay nadie que golpee a los que ama que venga de familias felices. Construye la tuya con blindajes amorosos. 

Si aun tienes esperanza de que cambie la relación violenta

 Si todavía no decides salirte de la relación violenta en la que estás, estos ejemplos pueden inspirarte para adquirir la fuerza que necesitas. Busca ayuda. Cuando te encuentras en relaciones que te hacen sufrir, estás repitiendo, sin darte cuenta, patrones del pasado. Busca ayuda profesional y planea tu  nueva vida.

Recuerdo el caso de una mujer en un taller de  Constelaciones de los Lunes (que tengo desde hace 15 años),  venía preocupada porque era la tercera vez que se separaba de su esposo y era la que más tiempo había durado lejos de él, pero estaba empezando a sentir que no podía resistir más y que lo necesitaba. Su padre mató a su madre por defenderla para que no la golpeara. Siempre vivió con esa culpa.Era mejor la violencia que volver a revivir la orfandad.

Le vi la cara marcada con cicatrices.

Le pregunté: ¿sientes que tu vida está en peligro?

Me respondió: No, las tres veces he salido bien del hospital, pero la última fue la más fuerte.

Esta mujer no percibía el peligro que su vida corría, y es solo un ejemplo de lo que a lo largo del tiempo tristemente he visto.

Mujeres que piden ayuda a vecinos y que después ceden ante las falsas promesas del golpeador y ya no hablan con las vecinas para protegerlo. Otras que denuncian y después frente al miedo del vacío se retractan; hay las que se quedan con él porque es el padre de sus hijos y  con un falso concepto de familia, no quieren que crezcan sin padre; otras han roto una relación violenta y se han metido en otra sin darse cuenta.

Recuerdo  con tristeza una familia en el cual una mujer joven con tres criaturas de siete, cinco y tres años, nunca le había dicho a su madre que vivía violencia. Repentinamente llegó golpeada sangrando con sus hijas a la casa de su madre y le confesó que llevaba desde que se casó así, pero que había ido en aumento. La madre fue con ella a levantar una demanda. El esposo llegó a la casa después de rogarle que lo viera una vez más. Ella aceptó, y en la puerta la mató.

La abuela fue la que llegó a mi consulta. Era una maestra pensionada, viuda, con tres criaturas dañadas, el papá de ellas en la cárcel y la abuela paterna, mamá del asesino de su hija, presionándola porque se sentía con el derecho de estar cerca de sus nietas. A todos les cambió la vida en un instante.

Como este caso hay muchísimos en las cárceles, pero más fuera de ellas. La violencia va subiendo de nivel. No te esperes. Busca ayuda.