PARA CONOCER MÁS…JUNTA INICIAL

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Maestro Raúl Sánchez Barajas

 

Sentando las bases del trabajo y la convivencia de los niños

            El inicio del ciclo escolar es excelente oportunidad para dejar en claro muchas cosas que serán de gran utilidad durante todo el año, tanto con el personal como con los padres, y en beneficio claro de la convivencia de los niños, así como para dar a conocer los propósitos de la escuela. La diversidad que encontramos en la actualidad, en prácticamente cualquier comunidad de nuestro país, nos lleva a buscar aliados en las familias de los niños, en el grado y la forma en que sea posible.

            En primer lugar, escuela y padres deben tener claro que los niños van a la escuela a aprender y a aprender a convivir. En muchos casos, el jardín de niños es el primer espacio donde los pequeños se enfrentarán con la necesidad de desarrollar habilidades sociales. Lograr que cada niño asuma sus derechos y deberes sociales en la convivencia es y ha sido un verdadero reto para las docentes de este importante nivel. La reunión inicial con los padres debe incluir un espacio para abordar la dinámica que se pretende implementar, horarios, clases extra y, de manera detallada, las seis áreas que nos han conferido promover en los alumnos. En esta junta inicial, de manera breve y clara, les harás ver lo que se pretende en cada Campo formativo. Muchos de los padres tienen todavía una idea muy difusa o errónea de lo que se enseña y se aprende en el jardín de niños. Para esta actividad es recomendable hacer una imagen o mapa mental donde se puedan apreciar, de manera general, competencias de todos los campos, enfatizando de manera breve en los enfoques de cada uno,  es decir, en los objetivos centrales que se persiguen en cada caso (diez o quince minutos será suficiente).

            La reunión inicial con padres tiene otro propósito importante, y es el hacerles saber que los niños, todos y cada uno, merecen respeto y aprecio por su dignidad, por lo que no permitirás que se falten al respeto entre ellos y no dejarás de aplicar tu autoridad para que eso ocurra. De esa forma, sin que sepas quiénes son los padres de los niños que pueden tener algunas necesidades a este respecto, tendrás la oportunidad de ser firme al dirigirte a ellos. Lo anterior debería provocar en todos los padres un sentimiento de tranquilidad y seguridad, sin embargo, no siempre ocurre así, ya que cada padre sabe acerca del hijo que tiene y será una gran oportunidad para apoyar a quien más lo necesite, siempre trabajando todos juntos por el mismo fin.

            El acto educativo siempre es un acto que compartimos, sobre todo escuela y familia, aunque debemos tener claro que los primeros y más importantes educadores son los padres. La educación de los hijos es un deber irrenunciable, intransferible e inalienable.

“La educación de tu hijo es tú responsabilidad, nosotros compartimos ese enorme reto.”

Esto de manera clara te ayudará a que los padres no intenten hacerte responsable de todo lo relacionado a la formación de sus hijos –Que cada palo cargue con su propia vela- (Diez Navarro, 1994) y, es que muchos padres tienen la idea de que el deber de la escuela es educar a los hijos, independientemente de lo que ocurre en sus familias, y desde luego no es así.

            La junta inicial también es un espacio para solicitar el apoyo en casa de lo que se pretenda en la escuela, la intención es sentar las bases de la participación de los padres, de acuerdo a las posibilidades de cada uno y a partir de las necesidades y características que irás descubriendo en los pequeños. No permitas que los padres te digan a la mínima provocación: “pues para eso le pago, para que eduque a mi hijo”. Estoy claro del enorme deber y compromiso que implica el ser docente, sin embargo, no puede ser sobre nuestra propia dignidad. Es hora de que cada quien asuma su papel de forma cabal frente al acto formativo de los niños.

            Recuerda también un par de consideraciones más, los padres son los más importantes educadores de sus hijos, sin embargo, son quienes menos saben hacerlo. De manera global quienes sabemos más cosas sobre educación somos los que hemos estudiado para ello, esto debe provocar en ti la necesidad de encontrar la forma de convertir a los padres en auténticos aliados y no en rivales. La escuela debe trabajar de la mano con las familias y, de ninguna manera, en confrontación; más que criticar o exigir a los padres, tu papel está en convencerlos de algunas medidas y formas de participación y de apoyo en casa, en función de las características de cada niño y de su estructura y dinámica familiar.

            Por último, siempre es recomendable en esta reunión la lectura de un reglamento escrito donde se establezcan reglas de convivencia y de orden en la escuela que, además de firmar los padres, lo conozcan también los niños. Ocurre de manera frecuente que los padres firman los reglamentos que los niños ni conocen.

            Involucrar a los padres en el acto educativo es uno de los más grandes ideales de la educación escolar moderna, apoya, aconseja, no critiques, acepta, reconoce diferencias y lograrás la trascendencia.

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