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“Porque las mamás somos la fuente de la educación y de los valores en cada hogar y porque detrás de cada gran éxito… ¡Hay una mamá!”

Me siento orgullosa de reunirme con ustedes hoy, me siento alegre y desafiada por estar haciendo historia y por contar contigo en el complimiento de esta misión, que será ante la historia la mayor manifestación de contribución para disminuir la brecha digital y generacional en cada hogar de nuestro país.

Hace un par de años, tuve un sueño: Transformar y expandir el mundo digital de las mamás, inspirándolas a desarrollar mejores competencias, promoviendo y fomentado una cultura digital. Un sueño… que se convirtió en una misión, una misión que he vivido con gran pasión desde el inicio, una misión que a significado una esperanza para muchas, un porvenir para algunas y un bello amanecer para miles otras.

Esta misión se convirtió en un rayo luz, descubrí que había una enorme brecha digital y generacional, entre hijos y padres que no entendemos el mundo digital de mis hijos y que además las mujeres nos estábamos perdiendo de los beneficios de la tecnología tanto profesionalmente como en nuestras tareas cotidianas y fue entonces que me empecé a interesar más en el tema y a compartir con otras mamás esta misión: “Conectar tu vida con la era digital”

En el cumplimiento de la misión, me encontrado con grandes retos, obstáculos, y miedos. Me he equivocado y he aprendido de los errores, pero la pasión por esa misión la ha mantenido viva y prueba de ello eres tú esta mañana.

Hoy en mam@digital estamos haciendo historia y en algún momento aun después de nuestra muerte… se dirá, se leerá, se escuchará: “antes y después de las mam@sigitales”

Cuando recuerdo mi niñez, se me vienen a la mente muchas imágenes con mi madre; recuerdo cómo antes de que saliera a jugar con mis amigos, siempre me gritaba que me llevara un suéter, o cómo su caldo de pollo podía curar hasta un mal de amor, recuerdo  cómo para llamarme a cenar me gritaba por la ventana del comedor que ya era hora de volver a casa. También recuerdo cómo me enseñó a cocer un botón, y a cocinar una deliciosa capirotada y esas horas interminables enseñándome sus joyas y recuerdos míos de cuando nací. Sin embargo, el tiempo como era de esperarse, ha cambiado el papel de las mujeres y mamás en esta época actual y tecnológica; ha cambiado la manera en como se relaciona con su pareja, sus hijos, su entorno en general.

Hoy las mamás ya no le gritamos a nuestros hijos para entrar a casa a cenar, ya ni siquiera les llamamos a su celular; hoy día les enviamos  un mensaje de texto… Hoy las mamás ya no invierten tiempo enseñando a sus hijas como pegar botones, o como cocinar capirotada; hoy además de ello, hay que enseñar a nuestros hijos a usar la tecnología, a navegar en internet de manera responsable. Hoy ya no jugamos con ellos carreterita, resorte, avión o a la rueda de san miguel… Hoy jugamos con nuestros hijos en las computadores, en las tablets y hasta tennis o boliche dentro de sala de nuestra casa haciendo movimientos frente a una pantalla…

Lo que nunca ha cambiado es que una mamá da vida, da amor, protege… Hoy día, las palabras de las mamás siguen dando calman, sus caricias sanan,  sus besos reconfortan y su abrazos consuelan. Nadie conoce mejor a sus hijos que su propia madre; nosotras tenemos la capacidad de saber lo que causa sus estados de ánimo, no necesitamos de Facebook para saber ¡qué están  pensando!

Después de siglos, las mamás seguimos velando por el bienestar de nuestros hijos y de nuestro hogar cueste lo que le cueste. Asumimos nuestro rol con amor, valor y entereza, cumplimos con nuestros quehaceres y reconocemos la bendición de ser madres.

El amor de una madre por sus hijos es puro, intenso, dura para siempre, es un amor que no defrauda y que se encuentra disponible siempre. Por amor una mamá desafía hasta sus propias capacidades y realiza actos verdaderamente increíbles para proteger o beneficiar a los hijos. No me deja de sorprender las escenas de las mamás que en terremotos fueron encontradas muertas protegiendo a sus bebés para que vivieran. Las mamás que ha logrado levantar un auto con una sola mano por proteger a un hijo. ¿Y como seguir cumpliendo su misión de cuidarlos y protegerlos si desconocen los peligros y riegos en Internet?

Las madres somos imparables ante situaciones difíciles de la vida, pacientes ante los conflictos naturales que se presentan en el hogar, incansables para educar a nuestros hijos personas a ser personas íntegras y valerosas: meta que perseguiremos imparablemente durante años hasta lograr de nuestros hijos hombres y mujeres de bien, como solemos decir.

Causar todo esto es la misión de toda mamá, en el cumplimiento de esta misión eterna de las mamás; mam@digital es el punto donde la vida y la era digital convergen,

Sería fatal para nuestra nación pasar por alto esta urgencia del momento y no darle la importancia a la reducción de la brecha digital, a la igualdad de género, al empoderamiento de las mujeres a través del uso de la tecnología.

Este 5to Encuentro Mamá Digital, esta vivo, ardiente por la legítima necesidad de las mamás de vincularse con la tecnología, y mam@digital es el catalizador y el mejor patrocinador para que esto ocurra.

Como dice en la Biblia:

“Olviden las cosas de antaño; 
 ya no vivan en el pasado. 
¡Voy a hacer algo nuevo! 
 Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta?” 
   
                                                                                                         Isaías 43:18-19

Hay mucho por hacer, súmate a la misión y vive para hacer una diferencia.

Yo soy mam@digital… y tú ¿qué esperas?

Melva Sangri

Presidenta.