Las oportunidades para ser mejores las tenemos todas juntas en esta vida y en una única existencia. No vale dejar pasar la vida hasta la próxima reencarnación porque en esta ya hemos fallado y tendremos que reencarnar si o si, aunque a partir de ahora seamos gente buena, incluso muy buena... ¡Cuanto tiempo perdido! ¡Que desazón tan estresante y triste! Toda una existencia, una larga existencia malgastada, porque lo que hayamos hecho mal hecho ya nos condena a una nueva reencarnación...
¿De verdad puedes creer eso?
No. Dios te ama, Dios quiere que pidas perdón y sigas intentando ser bueno por todo el tiempo que vivas hasta que Él crea oportuno llamarte. Así de fácil. Después, su misericordia, si lo has intentado “de verdad” (eso es imprescindible), hará el resto.
¿Sabes lo que dijo el Padre Lataste, dominico?: “El trofeo, en el cielo, no será para el alma más humilde, ni para la más mortificada, ni para la más caritativa, ni, incluso, para la más pura, sino para aquella que habrá amado más. Dios no se informará, precisamente, de si no habéis fallado nunca, sino de si le amáis… El premio de la carrera no es para aquel que no ha caído nunca, sino para aquel que ha corrido más lejos”
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