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Especialmente  hoy quiero empezar mi publicación dando GRACIAS A DIOS, primero por su infinito amor que siempre me muestra, ya que muchas veces soy necia, impaciente y muy desesperada, pero después de un tremendo cambio en mi vida al haber venido a vivir a Campeche (hermoso Estado de la República por cierto) y queriendo seguir el mismo ritmo de vida ajetreado del DF, suponía que la cantidad de trabajo sería la misma, sin embargo a sólo 6 meses de estancia acá, hoy fui invitada por el Gobierno del Estado a impartir la conferencia “Conéctate al amor equilibrio” en el marco de los festejos por el día internacional de la mujer, extraordinaria experiencia, mujeres luchadoras, emprendedoras dejaron fluir su amor, su energía y su cariño que todas pudimos disfrutar en una deliciosa y calurosa mañana.

Pues bien hubo específicamente una cita con la que cerré la conferencia que hoy quiero compartir con ustedes, es una verdadera caricia al corazón leerla y reflexionarla:

En el Talmud hebreo (obra que recoge principalmente las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, leyendas e historias), está escrito:

“Cuídate mucho de hacer llorar a una mujer, pues Dios cuenta todas sus lágrimas. La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amada”

Supongo que les ha dejado el mismo regocijo en el corazón, como lo hizo con mis emociones al leerla, es una realidad que, como mujeres debemos atesorar, “Ni más, ni menos, simplemente  a lado”,  como un ser en igualdad de circunstancias, como una persona extremadamente  sensible para poder expresar  emociones con la aparición de una lágrima, suficientemente fortalecidas pues somos parte de su estabilidad al haber surgido de una costilla, nunca debemos sentirnos inferiores, pues no fuimos creadas de los pies con los que, en muchas ocasiones pretenden hacernos sentir menos que nada, pero también debemos entender que no surgimos de la cabeza para erróneamente creer que estamos más allá de su visión, sintiéndonos inalcanzables, simplemente IGUALES, capaces, creativas, independientes, triunfadoras, luchadoras sin límites, siempre en búsqueda del amor en equilibrio, ese AMOR que sólo es energía positiva en movimiento por el deseo de vivir felices. Esa costilla que se encuentra debajo del brazo y que representa la protección, los cuidados y el respeto que siempre debe surgir del AMOR recíproco y los más bello del mensaje que determina el sentido de ésta reflexión,  surgimos del lado del corazón para ser y sentirnos por siempre AMADAS.

Te invito desde el fondo de mi corazón para que reflexiones: agradeciendo tus fortalezas, revirtiendo tus debilidades y amorosamente abriendo tus brazos, cual águila emprendiendo el vuelo hacia la inmensidad de la libertad con amor en equilibrio.

Por cierto, no soy feminista, simplemente  soy MUJER y celebro serlo.

¡¡¡Que el amor de Cristo Jesús haga resplandecer su rostro sobre ti, te Bendiga y te guarde!!!

Hasta el próximo martes.