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La disciplina solemos asociarla a tener que renunciar a lo que nos acomoda o gustaría o a ponernos límites y deberes que de alguna forma con tan sólo imaginarla nos genera tensión o resistencia interior.

Sentimos que la disciplina es más una carga que una liberación! Sin embargo, quitándole la palabra disciplina y sustituyéndola por hábito, es lo que hace posible conseguir una vida plena y saludable interna y externamente, si logramos incorporar prácticas y normas que empiezan sintiéndose como una disciplina y acaban saliéndonos más pronto que tarde, de manera natural como ir al baño o desayunar cada mañana. Como dicen por ahí, el arranque es lo tedioso, ya que necesitamos enfocarnos tanto para vencer nuestros propios obstáculos emocionales y mentales, que son trampas internas porque no estamos entrenados lo suficiente o nada para estar constantemente rompiendo zonas de confort o con la habilidad de adaptarnos rápido a los cambios. ¿cuestiónate, por qué no hemos trabajado en eso? Antes hemos hecho muchas cosas más como estudiar idiomas, tecnología, ciencia, deportes, etc.. sin embargo lo anterior es prioritario en la vida de cualquier niño, adulto o persona de la tercera edad.

De hecho hoy en día, dentro de las empresas, la habilidad de adaptarse a los cambios y de innovar es una de las principales competencias personales, a veces antes que las competencias técnicas.

Está comprobado que una persona que lleva una vida responsable con una actitud mental positiva, con bien estar  emocional, con experiencias espirituales diarias, gratitud, con buena alimentación, con ejercicio físico diario, con buenas relaciones humanas afectivas tanto con conocidos como desconocidos, con suficiente descanso, orden en los hábitos físicos y sin excesos, con algo que aprender, tiene muchas más posibilidades de tener calidad de vida en la vejez, de mantener un sistema de defensas muy alto y de poder responder ante la adversidad con sabiduría, además de que eso es el mejor regalo para los que tenemos hijos porque se les está dejando una muestra visible de forma de vida. Si ese es uno de tus propósitos, puedes disfrutar de la práctica e incorporación de hábitos saludables como tus mejores aliados, además de la motivación de que estás siendo un ejemplo de vida!

Por eso te invito a reflexionar sobre tener una visión clara de lo que quieres para tu mente, tus emociones, tu espíritu y tu cuerpo físico, encuentra qué te motiva de ello. La motivación por satisfacer tus prioridades te ayudará a ser constante en tus hábitos, a no soltarlos y a mantenerlos.