NO TEMAS AL FRACASO

lunes 7 de diciembre de 2009NO TEMAS AL FRACASOHemos aprendido a caminar con un objetivo bien cimentado. Ante esa claridad podría parecer que no tendría sentido equivocarnos. Muchos intentos hemos puesto en lograr lo que nos proponemos. Hemos tropezado, nos hemos vuelto a levantar y en ocasiones hasta no hemos llegado a quedar atrapados en huecos que creíamos ya no existían.Nuestras fugas mentales pueden ser un excelente distractor para generarnos el cambio. Las fugas mentales son un desperdicio de nuestros recursos. Es como estar dejando salir el agua de la regadera en tiempos de crisis ecológica, pensando “qué tan representativa puede ser esa agua”.Del mismo modo suceden los escapes de nuestros recursos. Hoy reconocemos nuestras capacidades, nuestras habilidades y nuestras fortalezas para llegar a donde queremos llegar. Sin embargo en el camino encontramos distractores que pueden seducirnos a un grado tal que cedemos nuestra voluntad a mercede de ellos. En ese momento se suele desconectar de nosotros la intención y ponemos nuestra voluntad a disposición de deseos atractivos y quizás satisfactores momentáneos que representan un verdadero placer dignos de llevarse a cabo.El diálogo se vuelve silencioso y callamos la razón con impulsos primitivos. Es cuando queremos algo por el hecho de quererlo, sin pensar en las consecuencias. Es cuando nuestro cuerpo pide más dopamina y nos volvemos radares de alimentos altos en ella. Es cuando queremos sexo y nos enredamos en relaciones nocivas sólo para conseguirlo. Es cuando buscamos placer y nos instalamos en deportes extremos que nos disparen la adrenalina al máximo. Es cuando dejamos salir al ser primitivo que ya creíamos estaba civilizado y controlado.Estos baches en apariencia no representan un riesgo, aunque se vuelven un apego si las ganancias que obtenemos de ellos son altamente atractivas. Nuestro ser primitivo que nos habita esta dispuesto a lo que sea con tal de obtenerlo. La satisfacción es enorme, aunque la durabilidad sea instantánea. Pagar un precio alto por una pequeña dosis de placer….por que no? me merezco un gustito, suele racionalizar nuestra mente.....si es que lo llega a hacer. Y nos lanzamos con todo por ese pequeño objetivo, el cual, a la larga, solo representa un bache en nuestro camino, y una serie de ellos, un camino de riesgo para obstaculizar nuestra verdadera intención.El replantearnos constantemente nuestro par qué de llevar a cabo algo, implica evaluar si la INTENCIÓN que tenemos para lograrla sigue siendo genuina, fuerte y es tan representativa como era en un inicio. La intensidad puede estarse perdiendo en estas seducciones menores y realmente no estar escuchando nuestra necesidad real.Reesignificar estos baches con alta dosis de emoción quiere decir preguntarnos para qué estamos actuando de manera impulsiva. Es peguntarnos qué ganamos haciéndole caso a un ser primitivo que desea satisfacción inmediata. Es replantear nuestra vida aquí y ahora, y poder ver con detenimiento la fotografía completa de ella. Es mirarnos con ojos de entendimiento, sin juicio.Cuando transcurre el tiempo y logramos darnos cuenta que nuestro objetivo, o nuestros objetivos, han estado acompañados de estas fugas de recursos, es momento de fortalecer nuestra Intención.Si experimentamos la vida sin errores, sería tal la perfección que siempre buscaríamos el éxito seguro. Si haces algo bien desde el principio, puede ser que halagues tu vanidad, pero no aprendiste mucho, y tus alegrías solo provendrán del logro de lo perfecto. Si nos equivocamos una y otra vez, aprenderemos que nuestro sistema para llevar a cabo algo quizás no sea el adecuado, y podremos poner en uso nuevos métodos, nuevos sistemas.El equivocarnos nos hace personas experimentadas. El temor a fracasar quizás sea producto de una educación mal fundada y por consecuencia de una creencia muy arraigada que nos limita crecer. No temer al fracaso es decidir vivir la vida con aventura y osadía. No temer al fracaso es vivir con ganas de volver a vivir. Es sucumbir en tentaciones y ceder ante ellas, pues si sucede eso tendremos la posibilidad de volver a replantearnos con determinación el para qué quiero llegar a donde deseo llegar. Es hacer 10 veces, 15 veces, 20 veces, 89 veces lo mismo para generar cambios la 90tagésima vez, para que de esa manera la experiencia 89 haya tenido sentido de ser.NO TEMAS AL FRACASO, que de él proviene enormes éxitos.Con amor para ti Nº12!NO TE PIERDAS ESTE VIDEO:https://www.youtube.com/watch?v=E_Nwn_G5c0A
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Comentarios

  • ES CIERTO LO QUE PLANTEAS CLAUDIA.
    ES ATRAVES DE NUESTROS ERRORES COMO APRENDEMOS,COMO MADURAMOS Y ADQUIRIMOS EXPERIENCIA.
    Y SUELE SER QUE EN AQUELLOS ERRORES QUE NOS COBRAN LA FACTURA MAS ALTA ES DONDE TEMPLAMOS NUESTRO CARACTER,EN DONDE DECIDIMOS POR EL BIEN O EL MAL.
    ERRAR ES NORMAL EN EL SER HUMANO,OJALA Y APRENDIERAMOS A LA PRIMERA PERO SABEMOS QUE NO ES ASI, Y SOLO NOS QUEDA ESTAR CONSCIENTES DE ELLO Y MIRARNOS CON INFINITO AMOR Y ACEPTACION PARA NO CAER EN UNA SITUACION DESTRUCTIVA PARA NOSOTROS MISMOS Y AFECTAR LOS DEMAS. PUES LO PRIMERO SIEMPRE SERA TENER EN CUENTA ,QUE
    ," A CADA ACCION LE CORRESPONDE UNA REACCION",
    LO QUE NOS LLEVA A SER MAS RESPONSABLES Y PRECAVIDOS EN NUESTROS ACTOS.
    MUCHAS GRACIAS POR TU PUBLICACION.
    UN BESO.
  • Estimada Claudia:

    Buenos días, interesante. Es bueno recordárnoslo y recordar que podemos caer, pero que también con la experiencia acumulada podemos iniciar nuevamente y cuantas veces sean necesarias. Gracias por compartirlo.

    Saludos y un fuerte abrazo.

    Edith.
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