Muchos padres creen que los castigos, las discusiones y los gritos, así como llevar una relación complicada con los hijos adolescentes es normal, y lo atribuyen exclusivamente a esa peculiar etapa de la vida.
Sin embargo, ese panorama está un tanto alejado de la realidad, pues aunque es verdad que en ese lapso existen confusiones, cambios de ánimo y rebeldía, también es cierto que los padres juegan un papel importante para que todo se desarrolle de esa manera, o por el contrario, para que exista confianza y sobre todo, con la herramienta más eficaz en estos casos, la comunicación.
Explica Oscar Brenifier, autor del libro Hablemos con ellos, de Editorial Grijalbo, que como papás es muy importante comprender que los chicos cada día se convierten en individuos capaces de elegir y de entender, y que deben de ser conscientes de que sus necesidades físicas y afectivas cambian constantemente:
“Muchos tutores se aferran a la idea de que los hijos siguen siendo niños, y que aún son totalmente dependientes. Por tanto, quieren decidir por ellos qué ropa es la adecuada, qué carrera elegir o cuáles hobbies le deben gustar, lo que lógicamente, les molesta y comienzan a alejarse. Es ahí donde la comunicación se desgasta”.
Por otro lado, señala que la búsqueda de identidad y cambios repentinos de los jóvenes a esa edad, aunado con la constante lucha por tener la razón de ambas partes, propician que se fracture la relación, por lo que hay que ser empáticos y más que buscar ganar una confrontación, pensar en la manera de solucionar esos incómodos roces.
3 puntos clave para hablar con ellos
Estar en constante búsqueda de una comunicación fluida en casa debe ser una prioridad para todos los padres, sin embargo, en la adolescencia es un poco más complicado lograrlo.
Por ese motivo, el autor recomienda poner especial atención en tres puntos para tener un diálogo útil con ellos:
Paciencia. “Es el secreto del diálogo y con ella se puede comunicar eficazmente. Ser paciente permite saber escuchar sin irritarse y conocer lo que ellos realmente piensan“.
Poner ejemplo. Los hijos desde la infancia, representan lo que ven en casa. Si se les inculca la mentira, el hermetismo o la violencia, seguramente en la adolescencia saldrán todas esas características a flote. Lo importante aquí, es que los progenitores transmitan calma e interés por solucionar los conflictos, así como disposición para abrir el diálogo.
Atención. “Que los padres escuchen lo que sus hijos tienen que decir. Preguntarles cómo se sienten, qué tal les fue en el día, qué piensan sobre temas en general, que sientan que les interesan. Es muy importante que se den un tiempo al día para hablar exclusivamente con ellos”.
Respetar su individualidad y guiarlos para que decidan correctamente, también es parte de la tarea de los papás en ese momento la su vida. De igual forma, hacerle saber que en casa encontrará la confianza para expresarse y un ambiente abierto a la comunicación.
Para más información:
Oscar Brenifier. Página oficial
http://www.pratiques-philosophiques.fr/?lang=es
Para leer juntos:
Sé un adolescente feliz.
Andrew Mattheus, Editorial Alamah.
Colaboración Fundación Teletón México
“Sé responsable de tu destino”
celeste@teleton.org.mx
Comentarios
A mi como mamá me desespera que los hijos sean distraídos y poco servicial hacia nosotros, ese ha sido mi arduo trabajo el enseñarles que también necesitamos de su ayuda, llamarles la atención (obvio no como nuestros papás) y levantarles la voz de vez en cuando (que solo así voltean a verme) me ha funcionado y MUCHO! Afortunadamente lo he logrado pero al ver la diferencia con mis amigas que solo les falta que sus hijos las golpeen me duele mucho. En fin.... es muy difícil opinar sobre esto pero les escribo mi experiencia. MUY BUEN ARTICULO, gracias por compartirlo.